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Lancia Delta HF Integrale 16v Evo 1- 1992
El encanto de lo excesivo
Revista Top Auto (España) Nro 11. Noviembre de 1992 |

Aunque parezca casi increíble, el Lancia Delta fue diseñado a mediados de los 70 por Giugiaro y a lo largo del paso del tiempo ha experimentado unos "restylings" mínimos. Su línea, en la evolución Integrale, es actualmente muy equilibrada
CORRIAN los primeros compases de la década de los ochenta cuando Audi hizo debutar en el mundo de los rallies un automóvil que más tarde se convertiría en todo un hito histórico: el Quattro.
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Caracterizado fundamentalmente por la solución de las cuatro ruedas motrices, fue en principio puesto en entredicho por la competencia, que lo consideró un mero ejercicio o alarde técnico, un experimento "de imagen" de la marca de los cuatro anillos. Sin embargo, se reveló rápidamente como un sistema casi obligado para transmitir a tierra la elevada potencia de los coches de carreras y en particular la caballería del violento cinco cilindros turboalimentado alemán.

Más tarde la reglamentación de los rallies por parte de la FISA obligó a las marcas a participar con coches producidos en un cierto número de unidades - 5.000 - que daban al modelo la categoría de "gran serie". Fue entonces cuando las marcas unieron a sus intereses deportivos los comerciales lanzando al mercado un importante número de coches deportivos caracterizados por la tracción total.
Lancia, tras el pionero
Una de las primeras marcas en continuar el ejemplo de Audi fue Lancia, que lanzó una afortunadísima serie 4WD sobre la base del popular y ya veteranísimo Delta. La última evolución de este modelo es el Delta HF Integrale, también conocido como "Deltona", denominación que los apasionados le dieron por su exagerado ensanchamiento de carrocería en las zonas de los pasos de ruedas.

Diseño
Aunque parezca casi increíble, el Lancia Delta fue diseñado a mediados de los 70 por Giugiaro y a lo largo del paso del tiempo ha experimentado unos "restylings" mínimos. Su línea, en la evolución Integrale, es actualmente muy equilibrada. Aún a pesar de los trazos rectos de la configuración original, el Delta es más redondeado, más moderno. Los grandes pasos de ruedas abombados se han ensanchado aún más en esta versión "Deltona" en la que se ha modificado a fondo la suspensión y amortiguación para optimizar su comportamiento, para lo que también se ha alterado la anchura de vías.
Como los pasos de rueda, los paragolpes también se han sobredimensionado, dando ahora el coche un aspecto más compacto y bajo. Otra de las novedades afecta al capot motor, dotado de una amplia"burbuja" o abultamiento y de una serie de branquias de ventilación. Los cuatro proyectores de idéntico diámetro, el spoiler de inclinación variable, las numerosas tomas de aire y las llantas, de diseño derivado de las montadas en los "de carrera" completan el conjunto.
La visibilidad no es una de las mejores cualidades del HF Integrale. Los anchos montantes posteriores, la cintura bastante sobreelevada y la dificultad para tomarle la medida a las nuevas dimensiones de la carrocería plantean más de un problema.
Aunque la imagen es agresiva y cautivadora, tal vez en exceso, hay que incidir en que parte de su éxito comercial se debe a ello, ya que se ha constituido en un modelo absolutamente singular. Es junto con el Escort Cosworth, el modelo más brutal, lo que hace que su público sea probablemente más racing.

Técnica. Máxima sofisticación
El conocido biárbol del grupo italiano equipa a diferentes modelos de Fiat y Lancia, pero en el caso concreto del HF Integrale se ha exprimido al máximo para extraer de él 210 caballos.
Dejando al margen la culata multiválvulas, gracias a la turbina de sobrealimentación Garret T3 refrigerada por agua y tarada a una presión máxima de 1 bar y al sistema "overboost" que es controlado por la centralita que regula la alimentación y el encendido, el rendimiento del tetracilíndrico es impresionante.
Además, en beneficio de su suavidad de funcionamiento cuenta con dos árboles contrarrotantes que limitan considerablemente las vibraciones.
El par motor es repartido en un 47 por ciento para el eje delantero y un 53 por ciento para el trasero mediante un diferencial epicicloidal.
En caso de pérdida de uno de los dos ejes, el diferencial Ferguson de acoplamiento viscoso se encarga de mandar el par "sobrante" al tren que goce del mayor índice de agarre.
Finalmente el diferencial trasero es de tipo Torsen, pudiendo enviar a la rueda "con tracción" un par hasta cinco veces superior al de la rueda que queda libre o descargada.
Las suspensiones son de tipo McPherson para ambos trenes, con brazos inferiores triangulares en el caso del eje delantero y con brazos transversales y tirantes de reacción para el posterior. Los amortiguadores son de gas. Con relación a la variante precedente de la "Deltona" el conjunto de las suspensiones se ha rigidificado y endurecido en lo que a los elementos elásticos se refiere. Además, las trochas se han aumentado en 54 y 60 mm para ambos ejes, con el consiguiente incremento de la estabilidad.
Por lo que a los frenos respecta, se han sobredimensionado tanto los delanteros como los traseros, incorporando los anteriores pinzas de cuatro bombines para optimizar el reparto de presión sobre las pastillas. Finalmente incorpora ABS de cuatro canales y seis sensores más dos acelerómetros.

Este sistema funciona a la perfección, incluso en las condiciones más adversas y permite frenar con toda energía en asfalto, tierra, barro o nieve.
El ABS, puesto a punto para el Delta HF Integrale en su última edición, es uno de los equipos más evolucionados de toda la industria mundial.
Tablero. Efectos especiales
A pesar del paso de los años, el Lancia Delta ha seguido conservando el diseño del tablero con el que nació allá por los 70. De cualquier manera, hay que dejar claro que la acertada mano de Giugiaro creó entonces unas formas que todavía no se han quedado demasiado anticuadas.
Menos brillantes son los materiales escogidos para su construcción, con unos plásticos demasiado ruidosos y de tacto bastante menos agradable que el encontrado en sus rivales. Por lo que se refiere a la instrumentación, con los gráficos en amarillo sobre fondo negro, hay que destacar la profusión de testigos luminosos. De cualquier modo, hay que señalar que a pesar de la abundancia de testigos luminosos e indicadores, todos son de fácil lectura. Hay que destacar en este sentido que no le falta nada al HF Integrale, ya que cuenta con manómetro y termómetro para el circuito de lubricación, manómetro para el turbocompresor, un completo check control, etc.
Tras el volante de piel encontramos tres palancas en la columna de dirección cuya misión es accionar las luces, intermitentes y limpiaparabrisas. El resto de los conmutadores se encuentran bajo el hueco para la radio, y por debajo los mandos del sistema de climatización, que por fin cuenta con el aire acondicionado, aunque sea un opcional a cambio de unos dólares extras.

Habitáculo. Cinco plazas con limitaciones
El Lancia Delta en su configuración "base" tiene una anchura de 162 cm, casi ocho menos que la mayoría de los modelos de su misma categoría. La menor anchura de la célula central de la carrocería se hace, por tanto, apreciable desde el punto de vista de la habitabilidad, que demasiado estrecha y no permite albergar a un tercer pasajero en el asiento posterior, salvo que sea para un desplazamiento corto y con muchas estrecheces. Además, la altura de ésta respecto al suelo y el voluminoso túnel de transmisión, junto a los anchos pasos de rueda traseros, hacen que los dos pasajeros "afortunados" de las plazas traseras pasen más de una incomodidad por muy reducidos que sean los desplazamientos.
Para las plazas delanteras la cosa cambia radicalmente. Los asientos, de diseño deportivo, sujetan perfectamente el cuerpo, son suficientemente duros y cómodos. El único problema puede surgirle al conductor si es de cierta estatura , ya que el plano de la banqueta queda bastante alto y el volante bajo y muy inclinado hacia adelante, lo que sumado al descentramiento de los pedales limita el confort de conducción.
La presencia de la rueda de auxilio en posición vertical dentro del maletero hace que éste sea prácticamente inutilizable en viajes en los que llevemos el equipaje "imprescindible". No en vano, el volumen disponible es de sólo 260 litros que pueden incrementarse hasta 940 abatiendo ambas partes de la banqueta trasera.
En definitiva, el Lancia Delta HF Integrale se acerca más al concepto de 2 + 2 por su habitabilidad y capacidad de carga que a una berlina de cinco puertas, condición que su carrocería le otorga.
Lancia Delta Integrale en Leyendas del Rally 2016 
<Más fotos click aquí> Lancia Delta Integrale Autoclásica 2017
 
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