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Gustavo López Productor de Seguros

Test del Ayer

Pruebas de autos importados

Por Gustavo López
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Porsche 928 S - 1983

 

La fiera domada

 

Revista Motor 16 (España) Nro 7. Diciembre de 1983

 

Porsche 928 S

Nacido en 1977, el coupé 928 no puede ocultar que en su diseño se pensó casi constantemente en las exigencias del mercado americano. Para afirmarse en él había que olvidarse de modelos como el 911 y buscar un coche más cómodo, más dócil y fácil de conducir. El resultado de esa búsqueda ha sido precisamente este coupé 928. O mejor dicho, el antecesor de este coche, puesto que desde su aparición ha evolucionado bastante. Si no en su concepción general, si en su comportamiento

El 928 es un coupé dos puertas, de líneas suaves y muy aerodinámicas, que trata de asemejarse a una gota de agua inclinada. El motor es un V-8 que inicialmente tenía 4,5 litros de cubicaje, pero con el tiempo ha pasado a los 4,7 litros, y la potencia ha crecido desde 240 a 300 caballos, que es un aumento notable. Todo esto sin que sus reacciones se hayan hecho más violentas, algo que siempre han querido evitar los fabricantes de Porsche para que no se lleven sustos sus ricos y no siempre jóvenes compradores.

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El interior, para dos plazas y dos pasajeros que vayan a viajar por un corto espacio, es bastante cómodo y lujosamente presentado, a base de interiores casi totalmente guarnecidos en cuero. Por todo esto se le llama el Rolls Royce de los deportivos, apodo que indica que Porsche ha dado en el clavo al aunar el confort y las prestaciones que se habían marcado al ponerse a diseñar el coche.

Sin embargo, los más fieles «fans» de la marca no aprecian este modelo y sólo tienen ojos para el 911, el único que consideran portador del espíritu del ingeniero Ferdinand Porsche y que, afortunadamente para ellos, parece que tiene cuerda para rato.

Porsche 928 S
No hay paragolpes en el 928. La parte del morro y la trasera son deformables. Impresionante el motor de ocho cilindros en V y 300 caballos de potencia

Motor

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Buena parte del éxito de este coche reside en el funcionamiento de su motor, de gran cilindrada, que le permite disponer de un considerable margen de potencia a cualquier régimen. Se podría decir que es un motor eléctrico por la progresividad y suavidad con que responde en cada momento. Esto hace que la conducción, sobre todo en ciudad, resulte particularmente cómoda y relajada, pues se recupera en quinta desde casi parado sin la más mínima protesta. Además, sus reacciones son siempre progresivas y rápidas a la vez, pues cuando se decide pisar con fuerza el acelerador, los 300 caballos se dejan sentir.

Porsche ha conseguido, además, una bonita sonoridad de este motor, cosa que también tiene su importancia en un coche deportivo. El «roncar» de los ocho cilindros, bien filtrado por una dosis considerable de elementos aislantes, llega a poner los pelos de punta a los devotos de la mecánica.

El cambio, de cinco marchas, está bien ajustado al concepto general del coche. Sus relaciones son igualmente apropiadas para una conducción deportiva o una más relajada, que no tiene por qué ser necesariamente lenta. Como tiran a un poco largas, se puede viajar en autopista por encima de los 200 km/h sin castigar excesivamente la mecánica. Pero esa capacidad de recuperación del motor que ya hemos ponderado hace que los amantes de la conducción deportiva no sufran decepciones ni se encuentren con saltos demasiado importantes entre marcha y marcha (por más que lo haya entre la segunda y la tercera), en los que el coche se queda muerto.

Lo que sí resulta criticable es el manejo del cambio. La palanca, situada en la consola, resulta demasiado próxima al cuerpo del conductor, salvo que éste sea alemán y tenga metro y medio de piernas. Además, los recorridos entre la posición de cada una de las marchas son excesivamente largos y la palanca carece de la precisión suficiente. En cambio, se la maneja sin esfuerzo alguno. La tecnología empleada al a hora de construir el motor y la caja de cambios es de lo más vanguardista; el aluminio se utiliza con profusión y ello posibilita el logro de un peso final bastante ajustado, habida cuenta del importante tamaño del coche.

Porsche 928 S

Rendimiento

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El Porsche 928 S roza los 250 km/h de velocidad punta, cifra que alcanzan sólo un reducido número de vehículos, aunque en las últimas semanas ese selecto club se haya ampliado con la llegada de «advenedizos», como el Mercedes 190 Sport 2,3-16 y el BMW 635 M. Por otro lado, reprises y aceleraciones son fulgurantes en este coche, de forma que se pueden conseguir medias de velocidad asombrosas con la mayor facilidad y sin riesgos excesivos.

En el terreno del consumo, el 928 S hace pagar los excesos de velocidad. Si a velocidades normales las cifras de consumo resultan incluso bajas para un motor de casi 5 litros de desplazamiento, en cuanto se le da un poco de gusto al pie derecho y se aprieta con ganas el acelerador, el consumo se dispara y se sitúa entre los 25 y los 30 litros de gasolina -extra, por supuesto- a los 100 kilómetros. Y esas son las medidas que se obtienen también en ciudad, aunque se conduzca pasando de primera a tercera y de tercera a quinta, que es tanto una forma de economizar combustible -en estos coches superpotentes que pueden aguantarlo- como evitar accionamientos innecesarios del cambio.

Comportamiento

4

Otro de los objetivos conseguidos por Porsche ha sido la estabilidad asombrosa y sin problemas que hace que a su volante un conductor mediano pueda hacer un promedio interesante en cualquier carretera. En condiciones normales, el coche va como sobre carriles, sin derrapajes ni ningún tipo de reacción extraña. Este comportamiento es el que da la seguridad para poder viajar, aunque sea en autopista, a velocidades por encima de los doscientos kilómetros por hora, relajado y sin temores.

En terreno virado, sólo al límite, acelerando fuerte a la salida de curvas cerradas, se llega a producir una deriva del eje trasero. No obstante, gracias al diferencial autoblocante la recuperación se puede hacer algo más rápida de la cuenta.

Las reacciones de los frenos son correctas en todo momento, aunque seria deseable disponer del sistema antibloqueo ABS para evitar arrastrar las ruedas.

En lo que se refiere a la dirección, es suave, precisa y de reacciones algo lentas, muy apropiadas a la hora de rodar en autopista a alta velocidad y acordes con el tipo de conductor al que va dirigido el coche.

En carreteras secundarias, sobre todo en zonas de montaña, si se quiere ir rápido, hay que manotear en exceso sobre el volante.

Porsche 928 S
Salpicadero guarnecido a tono con la carrocería. El cuadro de instrumentos se regula en altura solidariamente con el volante

Carrocería

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El Porsche 928 S tiene una carrocería de aspecto más impresionante que agresivo, quizá por la suavidad de sus líneas. La apariencia es la de un coche extraordinariamente aerodinámico, pero lo cierto es que su coeficiente de penetración en el aire es inferior al de otros vehículos de línea menos deportiva. En cambio, hay que decir que los técnicos alemanes han realizado un sensacional estudio de formas, hasta lograr que no se oiga el más mínimo silbido del aire al deslizarse sobre la carrocería, algo muy importante en un coche que es capaz de rodar en forma sostenida a más de doscientos kilómetros por hora.

Se ha prescindido voluntariamente de todo tipo de paragolpes, que hubiera roto la estética del coche. Esto evidentemente expone bastante la conservación del buen aspecto del coche, sobre todo si se utiliza a menudo en ciudad, donde los golpes de aparcamiento resultan inevitables.

De todas formas, hay que decir que tanto la parte delantera como la trasera son deformables y hacen las veces de paragolpes, con una alta capacidad de absorción, aunque en la versión S le han añadido al coche un faldón delantero y un pequeño alerón trasero, que, según parece, son muy efectivos. El problema es que el faldón delantero baja demasiado y cuando se circula por carreteras secundarias, en ciertos momentos llega a rozar el suelo.

Interior

3

La prestación interior es francamente buena. Los estilistas de Porsche, marca que se dedica al diseño de cualquier tipo de objeto, han acertado a la hora de darle continuidad en el interior a las suaves líneas de la carrocería, con lo que han conseguido un aspecto bastante impresionante. Todo va tapizado y guarnecido en piel y moqueta, del mismo tono que la pintura de la carrocería.

La accesibilidad es buena a las plazas delanteras, a través de las dos amplísimas puertas, pero no es tan buena la de las traseras, dado que los asientos delanteros sólo abaten el respaldo. De todas formas, las plazas traseras están pensadas para ser utilizadas sólo esporádicamente: su estrechez y el escaso espacio de que disponen para las piernas de sus ocupantes las hacen insoportables a mayores de doce años en un viaje largo.

Los asientos delanteros son francamente confortables, con posibilidades de reglaje -por mando electrónico- en longitud, inclinación del respaldo y altura del asiento. Además han sido diseñados para que puedan ser una protección lo más completa posible del cuerpo de sus ocupantes en caso de accidente.

El maletero es bastante reducido, porque el depósito de gasolina y la rueda de repuesto le impiden tener una profundidad suficiente. Dispone de una especie de bolsa de lona que sirve tanto para poder ocultar los bultos y maletas grandes a la vista de los peatones, como para introducir en ella pequeños objetos y evitar que vayan rodando de un lado a otro del maletero.

Porsche 928 S
Los asientos se regulan eléctricamente. El respaldo se abate para dar paso al asiento trasero. Lo que no se consigue evitar es que se roce con la cabeza en el techo

Puesto de conducción

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Una objeción al puesto de conducción: la escasa altura del techo, que además en la unidad probada estaba menguada por el techo corredizo, que siempre roba unos centímetros.

Para un español medio, que necesita ir relativamente cerca del volante para poder llegar a los pedales, es casi inevitable ir rozando con el pelo en el techo y tocar con él -afortunadamente bien recubierto-en cuanto hay un cambio de rasante un poco pronunciado. La solución puede ser la de ir algo recostado, posición que puede ser aceptable en recorridos de autopista, pero que resulta muy cansada en tramos de muchas curvas; además resta visibilidad. Se agradece que el volante sea regulable en altura, lo que ayuda a conseguir una buena posición. Hay que criticar también la ya mencionada posición demasiado atrasada de la palanca del cambio, que obliga a un manejo forzado de la misma.

Confort

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En este terreno, Porsche ha conseguido un perfecto equilibrio entre el confort y la estabilidad. La suspensión realiza un soberbio trabajo, tanto a la hora de absorber las irregularidades de la ruta como a la de mantener las cuatro ruedas pegadas al suelo en todo momento.

Si añadimos que la climatización, por medio de un sistema automático de aire acondicionado, es casi irreprochable, que los asientos en sí son cómodos, que el motor suena lo justo y que no hay ningún ruido aerodinámico, se circule a la velocidad que se circule, la conclusión es que el confort de marcha del Porsche 928 S es bueno.

Porsche 928 S

Equipamiento

5

El equipo del Porsche 928 S es súper completo. No podía ser de otra manera en un coche de este precio. En la instrumentación no falta nada. Y en el resto del equipo no hay ninguna laguna que reseñar.

Acabado

5

Si en todo el coche alemán una de las características es la calidad del acabado, en un coche de este precio, el cuidado ha sido todavía mayor para que tal fama se mantuviera.

Plástico, piel, moquetas, y muchos detalles, encajan y se ajustan a la perfección. En este capítulo, el Porsche 928 S merece un sobresaliente sin duda alguna.

Valor / Precio

3

Hemos dicho ya que es un coche de calidad, que los materiales son buenos, que el rendimiento se ajusta a lo que cabe esperar de él, que la tecnología, sin ser de vanguardia en este modelo, es moderna, etcétera. Pero para poder justificar los nueve millones y medio que cuesta este coche hace falta invocar el nombre de la marca: Porsche. La exclusividad y lo que puede representar llevar un Porsche deben ser la justificación de una inversión de este tipo.

Características técnicas

Motor

Delantero longitudinal. 8 cilindros en V. Cilindrada 4.664 cm3 (97 x 78.9 mm). Cigüeñal de 5 apoyos. Distribución por árbol de levas en cabeza, accionado por correa dentada. Alimentación por inyección electrónica de combustible Bosch K-Jetronic. Relación de compresión 10:1. Tipo de carburante gasolina de 98 octanos. Potencia máxima 300 CV a 5.900 rpm. Par máximo 39.2 mkg a 4.500 rpm

Transmisión

Tracción trasera. Caja manual de 5 marchas. Velocidad a 1.000 rpm en cada marcha. 1era 11.49 km/h, 2da 17.22 km/h, 3era 24.17 km/h, 4ta 31.95 km/h, 5ta 43.26 km/h. Embrague por mando mecánico

Dirección

De cremallera asistida. Vueltas de volante entre topes 3.25. Diámetro de giro 11.5 metros

Frenos

Discos ventilados delante y detrás, con servo

Suspensión

Independiente en las cuatro ruedas

Ruedas

Llantas de aleación ligera de 7J x 16 pulgadas. Neumáticos 225/50 VR 16

Pesos y capacidades

Peso en orden de marcha 1.450 kg. Capacidad del tanque de combustible 86 litros. Largo 4.445 mm Ancho 1.835 mm Alto 1.280 mm Entre ejes 2.500 mm Trocha delantera 1.550 mm Trocha trasera 1.520 mm


.

CONCLUSIONES

Virtudes

  • Prestaciones muy brillantes

  • Comportamiento dócil
  • Presentación y acabado

Defectos

  • Techo demasiado bajo
  • Palanca de cambio
  • Plazas posteriores mínimas

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VELOCIDAD MÁXIMA 247.800 KM/H
(en 5ta marcha)

REFERENCIAS

5

EXCELENTE

4

BUENO

3

NORMAL

2

REGULAR

1

MALO


ACELERACIÓN

0 a 400 m 15.4 s
0 a 1000 m 27.4 s
0 a 100 km/h 7.2 s
40 km/h a 400 m en IV 19.3 s
40 km/h a 400 m en V 22.5 s
40 km/h a 1000 m en IV 28.7 s
40 km/h a 1000 m en V 30.9 s
80 a 120 km/h en IV 8.7 s
80 a 120 km/h en V 12.7 s

FRENADO
a 100 km/h en frío
30.0 m
a 100 km/h en caliente
49.8 m
CONSUMO (l/100 km)
Ciudad a 21.2 km/h promedio
30.7
En Carretera
a 90 km/h
8.9
En conducción rápida
25.3
En Autopista
a 120 km/h
11.1
En conducción rápida
30.7
Consumo medio ponderado
22.2
Autonomía promedio
337.4 Km


Los faros son retráctiles


La boca del depósito de gasolina tiene tapa y va cerrada con llave


El alumbrado lo completan dos faros de larga distancia para ráfagas y dos antinieblas

Porsche 928 S

Porsche 928 S

Porsche 928 S

EQUIPAMIENTO

- Cuentarrevoluciones
- Cuentakilómetros parcial
- Termómetro de aguja
- Manómetro de presión de aceite
- Voltímetro / Amperímetro
- Reloj
- Testigo de reserva de combustible
- Testigo de freno de mano
- Testigo de desgaste de pastillas de freno
- Parabrisas laminado
- Faros halógenos
- Faros antiniebla
- Limpia - lavaluneta trasero
- Luneta térmica
- Retrovisor regulable desde el interior
- Apoyacabezas delanteros
- Espejo de cortesía
- Cierre centralizado
- Respaldo posterior divisible
- Tapa de tanque de nafta con llave

Frente a sus rivales

Un espectacular elenco de competidores opone con energía sus cualidades al Porsche 928 S. El enemigo más «fiero» surge precisamente de Porsche, en la persona del impresionante 930 Turbo, con idéntica potencia a la del 928 S, pero con un carácter indómito, no apto para simples aficionados. Ferrari, Jaguar y BMW tienen también sus respuestas a esta ecuación de elite.

VELOCIDAD MÁXIMA

1 Porsche 930 Turbo 260 Km/h
2 Porsche 928 S 250 Km/h
3 Jaguar XJS HE 245 Km/h
4 Ferrari Mondial 240 Km/h
5 BMW 635 CSi 229 Km/h

ACELERACIÓN DE 0 A 100 KM/H

1 Porsche 930 Turbo 5.4 s
2 Porsche 928 S 6.6 s
3 BMW 635 CSi 7.4 s
4 Ferrari Mondial 7.5 s
5 Jaguar XJS HE 7.5 s

CONSUMO MEDIO PONDERADO

1 BMW 635 CSi 13.4 l/100 km
2 Porsche 930 Turbo 13.4 l/100 km
3 Jaguar XJS HE 15.0 l/100 km
4 Porsche 928 S 16.0 l/100 km
5 Ferrari Mondial 17.0 l/100 km

Comportamiento

Entre los modelos de su competencia directa, el Porsche 928S juega un papel de gran turismo de lujo. Los Jaguar y BMW, pese a sus cualidades mecánicas distantes, comparten una personalidad deportiva moderada. Para el amante de la velocidad pura, el 930 Turbo es la respuesta ideal.

Habitabilidad

El Porsche 928 S comparte con. el 930 y el Mundial un interior con disposición 2 + 2. Ya con cuatro plazas auténticas, los BMW y Jaguar ofrecen habitáculos donde lo deportivo no está reñido con lo utilitario.

Conclusión

El conductor que prefiera compatibilizar la brutalidad de una potencia elevada con lujo y refinamiento encontrará en el 928 S un compañero de fatigas muy leal.

El Ferrari puede representar el equilibrio entre lujo y prestaciones, mientras que los amantes de la velocidad limitada por el confort deberán encaminar sus preferencias entre el Jaguar y el BMW.

Vea también

Porsche 924

Road Test del Porsche 924
Revista Motor 16 (España) Nro 50. Octubre de 1984

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