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Prueba Nro 946
Saab 9000 Aero Turbo - 1996
Turbo y algo más
Revista Road Test Nro 70. Agosto de 1996
Publicado en Test del Ayer en Abril de 2025
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Respecto al 9000-Turbo el "Aero" gana 25 CV (DIN) y muestra un comportamiento más deportivo. Todas las virtudes del modelo siguen intactas a lo que se agregan algunos ítems de equipamiento. Un auto de eficiente comportamiento
De aquel Saab-9000 Turbo testeado en octubre de 1992 no hay grandes diferencias. Aquel era un tres volúmenes definido y éste es un dos y medio. El equipamiento y sus virtudes siguen intactas. Pero con el correr de los años, tecnología y desarrollos por medio, todo mejora. Y el Saab-9000 Turbo no es la excepción.
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Esta versión "Aero" de la gama 9000 con turbocompresor ofrece 25 CV plus que la 9000-Turbo a secas, llantas de 16 pulgadas con neumáticos 205 de banda, suspensión algo más rígida, transmisión manual -para deleite personal ya que aquella era automática- y una gama de utilización más amplia con un consumo menor.

"Full" de verdad
¿Quién es el comprador del Saab? ¿Qué perfil tiene? Sin duda es aquel que no le interesan demasiado las líneas armoniosas y fluidas del BMW ni la "ostentosa" estrella de Mercedes sobre el capot. Prefiere adoptar un perfil más bajo, sentado al volante de un auto "super eficiente" pero sobrio, que pasa desapercibido al no conocedor.
Si se busca confort, seguridad, performances y buen comportamiento la elección no es para nada equivocada. El Saab-Aero tiene casi todo lo imaginable a nivel de equipamiento. El entorno del habitáculo destila comodidad, olor a cuero, aplicaciones de madera laqueada, instrumental aeronáutico, ordenador de a bordo multifunción, doble airbag (eso sí, olvídese de la guantera, tendrá que distribuir las cosas en distintos sectores porque carece de ella). Creo que extendernos en este tema sería absurdo, vaya directamente a la lista de equipamiento. 
Distinción. Típico interior del Saab 9000. Mucha madera, alto nivel de calidad de materiales
Eficiencia con personalidad
El motor del "Aero" es más potente (225 CV-DIN a 5.500 rpm) con un par de casi 35 kgm apenas a 1.500 rpm. Su concepción es "cuadrada" (90 mm de carrera por lo mismo de diámetro del cilindro) y con un consumo menor al 9000-Turbo. Se las arregla con 6,4 litros cada cien kilómetros a 90 km/h constantes en 5ta marcha y con 7,71 litros a 120 km/h en iguales condiciones. En ciudad, 12,3 litros alcanzan aunque nuestra experiencia indica que el valor es levemente menor: 11,9 litros.
Con esto, queda establecido que a mayor potencia, la gente de Saab logró paralelamente menor consumo y mayor elasticidad. Algo destacable en un motor turbo de 2.3 litros y 225 CV que podría tener características poco briosas a regímenes bajos. Sin duda
un trabajo a conciencia de los ingenieros de la empresa sueca.
La personalidad del Saab-Aero reside en sus prestaciones y presentación que lo diferencian de sus hermanos. Las llantas, el "air-flow" posterior, los neumáticos "205" en llanta de 16 pulgadas y un menor despeje hacen que el Aero sea inconfundible. 
Cuero. Tradicional calidad en los tapizados de cuero sueco. Butacas con regulación eléctrica
Evaluación dinámica
Las líneas del Saab-9000 Turbo no difieren de las de sus antecesores y siguen respondiendo a las características del Fiat Croma, plataforma de donde desciende con las debidas y correspondientes modificaciones. La posición de manejo es casi perfecta pero el asiento, en su punto más bajo es algo elevado y la columna de dirección solo regula en forma telescópica y no en altura. Si nos referimos al instrumental pocos pueden ofrecer más considerando que el panel principal está asistido por dos ordenadores.
La habitabilidad es de lo mejor pero debido a la forma anatómica de los tapizados posteriores, un eventual quinto pasajero no estará todo lo cómodo que merece. La visibilidad es buena a excepción de tres cuartos posterior. Para estacionar interfiere el alto respaldo de la butaca derecha y hacia atrás tiene las limitaciones de los 2,5 volúmenes.

Bicuerpo y medio. El Aero probado por RT fue un dos volúmenes y medio cedido por Motorsaab
La climatización no ofrece puntos criticables. Usted selecciona la temperatura en "Auto" (automático) y ya está. Todo corre por cuenta del sistema asistido por sensores electrónicos. Los valores de aceleración son más que interesante si consideramos que solo necesita 6,9 segundos para los 0-100 km/h con caja mecánica. La velocidad máxima supera las expectativas con 240 km/h declarados pero con
232 km/h certificados por nuestros "primos" de "L'Automobile" de Francia.
El consumo es sensiblemente menor que en el 9000-Turbo manual y mucho más que en el mismo modelo equipado con transmisión automática. El comando de caja es suave, quizá demasiado si se lo relaciona con la performance, pero efectivo. La unidad con la que mantuvimos contacto, no disponía de control de tracción (puede pedirse como opcional), aunque, en contrapartida, contaba con el sistema antibloqueo ABS de
-en este caso el de tracción- tiene tendencia a patinar en demasía a la hora de doblar lo que indica un problema de "grip" que solo puede adjudicarse al diagrama de suspensiones del tren anterior. Para mejorar...
El comportamiento rutero en general es bueno, sin vicios, de conducción agradable y fácil. El rubro confort terminación es típico de un Saab. Un auto de alta gama, bien construido sin detalles criticables aunque con algunas rumorosidades internas (vibraciones de plásticos) en el tránsito por empedrado desparejo. La capacidad de baúl supera lo esperado en un auto de su segmento con dos y medio volúmenes.

Ser o no ser, esa es la cuestión
El precio de lista del Saab Aero es de 78.300 dólares. Obviamente si usted va con la chequera en la mano Motorsaab S.A. tendrá una atención. Analizar estos valores no es fácil porque es usted el que decide entre un BMW, un Mercedes, un Volvo o un Saab (gama al que habría que agregar el Audi, por ahora ausente en Argentina). Por esas razones no podemos ayudarlo. Solo ofrecerle la información necesaria para que usted sea responsable de la decisión.
Tener un Saab o no tener un Saab, esa es la cuestión parafraseando al famoso Guillermo (William) Shakespeare. La única ayuda que puedo darle es que está en presencia de uno de las mejores berlinas de turismo del mundo. No es poco. Por Carlos Figueras
Fotos Miguel Tillous

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