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Honda CRX 1.6 16v - 1991
El "Mini-Jet" japonés
Revista
Road Test Nro 14. Diciembre 1991
Publicado en Test del Ayer en Abril de 2015
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130 CV. Apenas supera los 900 kilos. 1.590 cm3 de cilindrada. Tres valores que hablan de una excelente relación peso / potencia y cilindrada / CV. Una cupé tipo hatchback de alta performance capaz de superar con holgura los 200 km/h y llegar en 8.5 segundos de 0 a 100 km/h. Todo esto dentro de un marco adecuado de confort, terminación y comportamiento
Así como el Mazda Miata es un ejemplo de como se puede realizar un auto sport moderno, actual y sin que pierda su espíritu; el Honda CRX 1.6/16 es un símbolo para todos aquellos que creían -nos incluimos- que no se podía hacer un vehículo deportivo con techo duro, de pequeña cilindrada con grandes prestaciones y manejo agradable... con tracción delantera.
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La gente de Honda logró ese sutil equilibrio que hace del CRX un auto divertido, confortable y equipado a un precio razonable tanto en Europa, Estados Unidos, como en Argentina cuando se hacen las correspondientes comparaciones.

Prestancia de GT. Trocha generosa, de reducida altura y distancia entre ejes importante, hacen del Honda CRX un auto deportivo con excelente tenida direccional y en curva. Una virtud que otros vehículos de altas prestaciones no comparten. La línea es agradable y de neto corte deportivo
Un pequeño Gran Turismo
Probablemente esta sea la mejor definición para el CRX. Tiene una gran parte de las virtudes y características de un GT y también cierto porcentaje de limitaciones. Al sentarse, uno se encuentra con una posición de manejo atípica respecto a los autos convencionales.
La
butaca casi al ras del piso, el acceso algo complicado (aunque no demasiado), el comando de caja en el lugar justo, el volante casi vertical y la pedalera al fondo. Típica de un GT. Atrás, poco o casi nada. Un par de seudo-asientos inyectados en plástico tapizados en negro que apenas pueden albergar a dos niños, lo que establece que la denominación oficial de "dos más dos" es un simbolismo. Diseño: Un buen trabajo
Haciendo un breve muestreo no encontramos a nadie que asegurara que la CRX no le gustaba. "Es muy bajita" fue la definición de una señora de no más de 45 años pero a la que le hubiese encantado poseerla dejando de lado su Ford Falcon década del '80.
Es agradable, llamativa, de líneas armónicas y fluidas pese a su tamaño reducido.
Sentado en ella uno dispone de buena información por medio de un tablero de instrumentos bien distribuido y que cumple con las expectativas del usuario en un auto de este segmento y precio. El espacio, para los dos ocupantes de los asientos delanteros, es perfecto. Atrás, ya lo dijimos, poco y nada. La visibilidad de 180° hacia atrás es uno de los puntos más oscuros y censurables de la CRX. Los cristales laterales traseros siguen la línea de la carrocería y limitan el panorama del conductor, pero hacia atrás -pese a que parte del panel trasero colabora con la luneta extremadamente lanzada- la situación es más delicada.
En maniobras de estacionamiento o cuando en un cruce hay que observar atentamente si el camino está libre, las cosas se complican. Hacia adelante y laterales "diez". Del parante hacia atrás "a examen". Claro que a los que les gusta la CRX no creo que se detengan a analizar ese punto... 
Personalidad y confort. Uno de los ángulos donde más se destaca el carácter del CRX es de tres cuartos perfil trasero. Y si es rojo, más aún Buen equipo y 81.76 CV por litro
La climatización responde a los cánones de los autos japoneses de última generación. Buen aire acondicionado, adecuada aireación, todo regulable y con dosificación correcta. Respecto al equipamiento, responde a un "full" de su categoría y precio, lo que sumado a sus performances hacen del CRX un auto deportivo sumamente confortable.
El motor es un 1,6 litros con tapa de 4 válvulas por cilindro, inyección electrónica que entrega 130 CV, valor que dividido por su cilindrada arroja casi 82 CV/litro con una relación peso/potencia del orden de 6,94 kg por CV. Ambas cifras, nada despreciable... o mejor dicho, más que destacables.
Su funcionamiento es sereno, sin vibraciones, con aceleración suave y progresiva pero vivaz, tanto en alto régimen como a bajo rango de rpm. Llama la atención su "empuje" por encima de las 5.000 rpm y hasta las 8.000, así como su comportamiento a partir de las 2.000 rpm en el tránsito urbano. Una característica que no es tan habitual en motores tapa de 4 válvulas por cilindro.
Además de sus briosas reacciones -8,5 segundos para los 100 km/h, menos de 30 segundos para el kilómetro y apenas 16 segundos para el cuarto de milla- ofrece una velocidad máxima del orden de los 208 km/h gracias a un buen Cx, potencia suficiente y una tenida correcta que obedece a una generosa trocha y distancia entre ejes con respecto a eventuales competidores en esa franja. Consumo. Otro punto a favor
La inyección electrónica, su reducida cilindrada y una cámara de combustión diseñada criteriosamente, hacen que el CRX muestre valores de consumo contenido y poco frecuentes en su categoría teniendo en cuenta su potencia y cilindrada. 6 litros a 90 km/h y poco menos de 8 litros a 120 km/h en quinta marcha hablan de sus virtudes en este aspecto. La autonomía, se ve beneficiada por el bajo consumo más que por la capacidad del tanque de combustible.
La transmisión no ofrece problemas. Caja bien relacionada con comando corto, seguro y de pase rápido. Con un embrague suave de acople veloz. 
Elegante y deportivo. Puesto de comando de la cupé Honda de 1,6 litros con tapizado personalizado y posición de manejo digna de un GT
La dirección está asistida en su punto justo. Ni mucho. Ni poco. Ideal para un auto deportivo de éstas características. Los frenos son de disco en las cuatro ruedas.
Los delanteros son ventilados y no mostraron fallas aunque la suspensión y los neumáticos hacen que en el pavimento irregular no copie lo suficiente al momento de pisar el pedal central y el auto tiende a desacomodarse. Pero es culpa de nuestros caminos y no del CRX. En ruta pareja, su comportamiento es excelente, tanto en tenida direccional como en curvas de media, baja y alta velocidad.
En lo que se refiere a terminación, considerando que evaluamos un auto de u$s 31.000 dólares en Argentina no podemos exigir más. En general supera el nivel promedio de autos japoneses / europeos de ese segmento. La hora de la verdad
A favor del Honda CRX, apuntamos: el placer que produce conducirlo bajo exigencia (para eso fue creado, ¿no?...), el funcionamiento y performances del motor, el comando de caja de cambios, los detalles de confort, terminación y estética exterior.
Para tener en cuenta: visibilidad hacia atrás absolutamente limitada, inexistencia de plazas posteriores (símbolo 2 + 2) y suspensión algo áspera para nuestras calles y rutas, rubro en el que inciden los neumáticos de perfil bajo.
Sintetizando. Un auto no apto para informales y/o amargos. ¿Me entendió?. Por Carlos F. Figueras
Fotos: J.C.

El baúl no es de gran capacidad así como las plazas traseras que son simbólicas
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