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Honda NSX - 1991
Una fórmula mágica
Revista
Motor 16 (España) Nro 402. Julio de 1991
Publicado en Test del Ayer en Abril de 2011
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Con los ingredientes necesarios Honda ha conseguido con el NSX un cóctel explosivo. Ha realizado un coche que se lo va a poner difícil a los deportivos de las míticas marcas europeas. El NSX además de una línea espectacular y un equipamiento completo está dotado con tecnología de F1
El Honda NSX ha puesto el listón muy alto entre los deportivos de serie. Cuando la marca japonesa se planteó realizar un deportivo capaz de competir con los modelos de las mejores marcas europeas, tuvo en cuenta una serie de ideas, que una vez plasmadas han dado un resultado inigualable, logrando con este modelo romper todos los moldes existentes en este tipo de vehículos.
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Cuando puso en marcha el proyecto NSX, en cuyo desarrollo ha colaborado Ayrton Senna, Honda quiso que fuese un coche capaz de ofrecer unas prestaciones de altísimo nivel y que a la vez fuese fácil de conducir. También tuvieron muy en cuenta que se tratase de un coche confortable y dotado de un equipamiento muy completo. El resultado no podía haber sido mejor. Se lo mire por donde se lo mire el Honda NSX en un coche único. Su línea llama la atención a su paso, con una altura muy pequeña y unas formas espectaculares. Es imposible que pase desapercibido. Nada más dejarlo estacionado, falta tiempo para que se vea rodeado de curiosos. Esto tiene un inconveniente; hay que tener un buen presupuesto en limpiacristales, ya que las huellas de manos en los vidrios son inevitables.
El interior, pensado para dos pasajeros a diferencia de otros modelos deportivos, está muy bien cuidado con una magnífica calidad de acabado. La postura de conducción es muy cómoda. A ello contribuye mucho el volante regulable en altura y profundidad. Tal como corresponde a un coche de sus características todos los elementos del habitáculo tienen diseño deportivo.
Hay que destacar los asientos, tapizados en piel, que recogen perfectamente el cuerpo de sus ocupantes. La instrumentación, por su parte, es muy completa, con los indicadores necesarios para conocer en todo momento el funcionamiento de la mecánica.
También hay que señalar que el volante está equipado con Airbag. El único pero, desde el puesto de conducción, es la poca visibilidad trasera, típica en este tipo de coches, que se hace especialmente incómoda circulando en ciudad o realizando maniobras. En otro apartado en el que el Honda NSX destaca es en su magnífico equipamiento, entre, el que sobresale un sofisticado y eficaz sistema de climatización y el equipo de música, diseñado especialmente por Bose, para lo cual estudiaron muy a fondo la forma y sonoridad del habitáculo, para que el sonido fuese perfecto.
El Honda NSX tiene unas formas muy espectaculares
De la atractiva carrocería de este sensacional ejemplar, construida integramente de aluminio de diferentes aleaciones, llama la atención la forma en que están repartidos sus diferentes compartimentos. Comenzando por la parte delantera, bajo el capó se encuentran algunos radiadores, depósitos del líquido de frenos, y rueda de repuesto, que curiosamente para ocupar menos sitio está desinflada. A continuación va el habitáculo. Tras él va alojado el motor y para conseguir un coche compacto con un buen reparto de pesos, entre este y el habitáculo va situado el depósito de gasolina.
Por último, en la parte trasera han dispuesto un pequeño maletero, en el que va alojada una completa caja de herramientas y el compresor, que permite dar aire a la rueda de repuesto en caso de necesidad. Lo más criticable del maletero además de su reducido tamaño, es la elevada temperatura que alcanza, debido a la
proximidad con el motor, siendo imposible dejar algo delicado y sensible a la temperatura. Un mejor aislamiento térmico sería imprescindible.
Por lo que respecta a la mecánica, prácticamente todo está hecho a la medida del NSX. El motor de seis cilindros en V, con un cubicaje de 2.977 centímetros cúbicos y 274 caballos de potencia, dispone de los últimos adelantos tecnológicos. Cuenta con culatas de cuatro válvulas por cilindro y un sofisticado sistema de distribución variable y de inyección computarizado.
En la distribución han recurrido a un sistema desarrollado por Honda, denominado VTEC, que por medio de una centralita electrónica recibe una serie de parámetros, como pueden ser las revoluciones del motor, temperatura, posición del acelerador, etc., y en función de la información que recibe varía la apertura de las válvulas. A bajos regímenes abren poco, mientras que en la zona alta del cuentarrevoluciones, para que respire a pleno pulmón, abren a tope. Esto sucede en torno a las 5.800 revoluciones, que es cuando el NSX desata todo su potencial.
Esto se añade al sistema computarizado de inyección con cámaras de admisión variable, que hace que en todo momento la mezcla de combustible sea la idónea. El rendimiento del motor es magnífico en todo momento, y a cualquier régimen de giro, con una asombrosa capacidad de recuperación desde muy pocas vueltas. Se puede asegurar que es de los mejores motores multiválvulas de la actualidad.
También hay que destacar el sistema de encendido directo sin distribución con una mini bobina por cilindro. Además las bujías son especiales, de titanio, con una duración de cien mil kilómetros. Esto por lo que se refiere a todo el sistema de encendido y de alimentación. Al margen de esto el motor está realizado con una tecnología proveniente de la experiencia de la marca japonesa en la Fórmula 1. Esta construido íntegramente de aluminio y las bielas son de titanio.
El motor está acoplado a una caja de cambios que encaja perfectamente con la filosofía del motor. Por otro lado el selector tiene unos movimientos cortos y precisos, que recuerdan mucho a uno de carreras.
Las suspensiones también provienen de la Fórmula 1, realizadas por medio de dobles triángulos de aluminio, que con unos tarados muy acertados de los amortiguadores, permiten un elevadísimo confort de marcha y a la vez no balancea en absoluto la carrocería, incluso en los virajes más cerrados rozando los límites de seguridad del coche, que son muy altos.
En el buen comportamiento del coche contribuye de forma decisiva el sistema antipatinamiento TCS, que hace que sea prácticamente imposible que el tren trasero nos pueda sorprender con alguna desbandada. En el momento de llegar a los limites de adherencia, se ilumina en el cuadro de mandos durante unas décimas de segundo, el chivato que indica que entra el TCS en funcionamiento, y por unos instantes corta gas para evitar que patinen las ruedas.
Con todo esto el comportamiento siempre es muy neutro y noble, aunque hay situaciones en las que el coche tiende a salirse de frente. Llegado el caso el TCS actúa y provoca un ligero derrapaje del tren trasero para situar al coche en su sitio. Con este sistema conectado es prácticamente imposible que su conductor se pueda llevar un susto fuerte.
En caso de querer practicar una conducción deportiva al cien por cien, ofrece la posibilidad de poder desconectarlo por medio de un mando situado en el tablero y entonces el carácter del coche cambia por completo apareciendo unas reacciones más salvajes.
El Honda NSX dispone de un equipamiento y una calidad de acabado magnífica
Otro apartado mecánico especialmente diseñado para el NSX es el sistema antibloqueo de frenos (ALB), que a diferencia del resto de la gama Honda dispone de cuatro canales, uno para cada rueda. Las pinzas cuentan con dos bombines de diferente tamaño, ideados de forma que la frenada esté siempre compensada. Lo cierto es que los frenos están a gran altura, son muy potentes y eficaces y soportan los esfuerzos prolongados perfectamente sin que aparezca el más mínimo síntoma de desfallecimiento.
La dirección por su parte no dispone de asistencia. En general no es muy pesada y a elevada velocidad ofrece un buen tacto, pero con el sensacional equipamiento con que cuenta, se echa de menos un sistema de asistencia endurecíble a medida que se aumenta la velocidad. Una vez analizados todos los apartados del Honda NSX, se puede afirmar con rotundidad que se trata de un coche sorprendente en todos los sentidos. A su espectacular línea se une una mecánica muy sofisticada, heredada directamente de la Fórmula 1 y un carácter fuerte, pero sin que sea necesario ser un piloto experto para dominarlo.
El principal inconveniente con el que tendrán que enfrentarse los interesados en este ejemplar único, es el limitado cupo de unidades que llegará a España. En un principio sólo quince, mientras que el año que viene serán veinticinco, todas ellas ya adjudicadas, por lo que la lista de espera es de dos años. Manuel Madrid
Fotos: Ramón Rodríguez / José A. Díaz
Pasión por el peso
Todo aluminio. La carrocería del Honda NSX está construida íntegramente de aluminio
Uno de los aspectos que más tuvieron en cuenta en Honda para realizar el NSX fue el peso. Ante todo tenía que ser un vehículo lo más ligero posible. Para conseguirlo han utilizado aluminio en forma intensiva, en diferentes tipo de aleaciones. De esta forma toda la carrocería está realizada de este material, tan sólo son de plástico los espoilers. Por otro lado la estructura sólo tiene dos largueros de acero.
La obsesión por aligerar peso ha sido tal, que las llantas están realizadas de una aleación especial, diferente a la que la marca japonesa utiliza en el resto de sus modelos. También, curiosamente, el gato para desmontar las ruedas es de aluminio, al igual que todos los triángulos y soportes de las suspensiones. Con todo esto han conseguido que el peso final del coche sea de 1.370 kilos.
Además de utilizar materiales muy ligeros en su construcción, la mecánica dispone de soluciones de vanguardia. El motor cuenta con un sistema de distribución variable, que en función de unos parámetros regula el grado de apertura y cierre de las válvulas. A bajos regímenes las abre poco, mientras que a regímenes altos las abre a tope, para que el motor pueda respirar a pleno pulmón.
Otra curiosidad de este coche es el sistema de inyección computarizado, que hace que siempre la mezcla de combustión sea perfecta, para ello varía el volumen de la cámara de admisión. Un coche admirable
Por Jordi Gené
En la prueba del NSX ha colaborado Jordi Gené, piloto Honda que a los mandos de un Ralt está realizando una magnífica temporada en el Campeonato Británico de Fórmula 3.
Después de dar una serie de vueltas al Jarama, el NSX me ha impresionado muchísimo. No se parece en nada a un modelo de serie, más bien parece un Fórmula.
Las suspensiones son duras y el coche gira en todo momento muy plano. El chasis es muy divertido. Además con el sistema TCS es muy seguro en una conducción normal.
Es prácticamente imposible que se descontrole, lo que lo hace tremendamente eficaz en condiciones de suelo deslizante. Si lo desconectamos se pueden sentir mejor las sensaciones al límite, pero sigue resultando un coche muy neutro y noble. Se puede hacer con él lo que se quiera.
El tren delantero tiene un aplomo muy bueno, permite entrar en las curvas rápido y cuando aceleras se cruza muy dócilmente, permitiendo sacarle a contravolante como la conducción de rallyes. Sin duda es uno de los coches de serie más divertidos que he tenido ocasión de conducir.
Por otro lado la caja de cambios también se parece mucho a la de un Fórmula, con recorridos muy cortos, resultando rápida y precisa. La dirección en parado parece un poco dura, pero una vez que has puesto primera y arrancas es muy directa y precisa, con un tacto magnífico, que permite saber en todo momento lo que hay debajo de las ruedas.
Por debajo de las 5.000 revoluciones el motor permite hacer una conducción muy relajada. Es a partir de las 5.500 cuando saca a relucir su carácter de pura sangre. Un apartado al que hay que darle un sobresaliente es al sistema de frenos, que ha aguantado sin problemas durante todas las vueltas, sin perder eficacia. No se ha visto alterado su comportamiento incluso a pesar de la elevada temperatura que hacía.
Por lo demás el equipamiento y el acabado son muy buenos y resulta muy cómodo. La climatización es eficaz, con el calor que hacía, el mono y el casco de carreras no he pasado calor. Ha sido toda una experiencia ponerse al volante de este magnífico modelo. Ha merecido la pena venir desde Inglaterra solamente para probarlo. Un Acura NSX en Autoclásica 2013
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