Actualmente existen en nuestro mercado algunas gamas "cargadas" de productos, donde el salto de un modelo a otro puede ser muy corto. Un claro ejemplo es el de Chevrolet con sus sedanes compactos.
El nuevo Aveo se ubica por encima del Corsa (II), al que no reemplaza, con una diferencia muy escasa: es 14 cm más largo y 6 más ancho. Este plus en sus dimensiones no le alcanza para subir al segmento C; se enmarca en el B moderno, del que el Corsa queda afuera ya que es un modelo originalmente del año 2000.
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Es que -al menos en el Mercosur- Chevrolet es una marca "cosmopolita". Su moño dorado puede exhibirse en la parrilla de ese Corsa, que en realidad nació como Opel en Europa, pero también en la del Aveo, desarrollado en las instalaciones de Daewoo en Corea del Sur, compañía propiedad de GM.
Por obvias razones comerciales sus productos se venden como Chevrolet en casi todo el mundo, y como Suzuki o Pontiac en unos pocos mercados. Con su marca original sólo en Corea y un puñado de países asiáticos como Vietnam. Derivado del Daewoo Kalos (2002), el Aveo difícilmente seduzca a alguien con
su diseño, pero se muestra bien proporcionado, con trompa agradable y un tercer volumen que, aunque insípido, no parece un agregado poco feliz como en otros sedanes del segmento.
Importado de México y presentado días atrás en Buenos Aires, el Aveo llega a fines de este mes a los concesionarios con un precio que no deja dudas de su posición intermedia entre el Corsa y el Astra.
Ofrece una sola motorización y dos niveles de equipamiento: base LS y full LT, ambos con buena calidad general y estándares correctos para Estados Unidos, donde también se vende. Esta última versión, con caja manual, es la que elegimos para evaluarlo por primera vez, pero también está disponible una opción automática.
Puesto de comando sobrio y de moderno diseño, con materiales rígidos pero de agradable aspecto
Discreto y racional
Por su diseño y características, el Aveo no es un auto aspiracional sino absolutamente racional. Sería óptimo para mi padre médico, cuyo ideal de auto es aquél que ofrece en un mismo paquete un correcto espacio interior, baúl generoso, mecánica confiable y económica, suspensiones robustas para las calles del Conurbano, equipamiento lógico, precio a tono y una imagen que no llame la atención. Nada mejor que este auto.
Atrás es un poco más cómodo que el Corsa, con correcto espacio para las piernas como en el Fiesta Max, aunque menos que en el Logan. Adelante encontramos un puesto de comando muy agradable, con un panel sobrio cuyo diseño es más moderno que el de sus rivales Mercosur.
Algo insulso y básico, el instrumental no tiene ordenador. Tampoco incluye regulación en profundidad del volante, pero a pesar de ello la posición de manejo es correcta, especialmente para personas de estatura media. Medido bajo normas EPA norteamericanas, GM declara un baúl de escasos 350 litros, pero en Europa se publica con 400. No son los 500 de un Siena o un Logan, pero alcanzan. En ningún sector del habitáculo encontraremos inyectados blandos. Todos son plásticos duros pero revestidos con texturas agradables. Anduvimos por la
tierra y por los empedrados que odiamos (ésos que evitamos con nuestros autos particulares) y nada, ni un ruido: buenos encastres.
El motor también está correctamente aislado pero el rodamiento es bastante rumoroso, y los dedos acusadores,apuntan a los neumáticos.
Volviendo al equipamiento, tiene lo más importante pero es de los menos generosos por tratarse de una versión full. Además de los faltantes mencionados carece de cierre automático de puertas, sensor de estacionamiento, climatizador automático y comandos de audio al volante, entre otros. Cumple en cambio con los requisitos de seguridad mediante doble airbag y ABS, aunque no tiene antiniebla trasero.
Discreto y racional
Nada que ver con el viejo motor del Corsa. El 1.6 del Aveo no es de vanguardia tecnológica pero sí más moderno, con
16 válvulas y arquitectura de doble árbol de levas. Su potencia es modesta y no es enérgico a bajo régimen. Pero acelera progresivamente con registros adecuados: 11 segundos de 0 a 100 km/h. La máxima, de 186 km/h, es la esperable para sus 103 caballos.
Es de esos motores que tardan en bajar las vueltas cuando soltamos el acelerador (normas antipolución), lo que puede generar algunos tironeos si pasamos los cambios con apuro soltando bruscamente el pedal de embrague.
Las relaciones de marchas son correctas, con una 5ta bastante larga que relaja el régimen en ruta, con 3.500 rpm a 130 km/h reales (unos 136 de aguja). Por eso los registros de consumo son contenidos en ruta, aunque a decir verdad es poco glotón bajo cualquier condición de uso, e inapetente comparado con el 1.8 del Corsa. Lamentablemente el tanque chico no le aporta gran autonomía.
Corte doméstico
Si rodamos con una adecuada presión de neumáticos (algo duros pero de perfil lógico), el andar en ciudad es suave, confortable. Las suspensiones son simples y la amortiguación bastante mullida, puesta a punto con un criterio familiar, no deportivo.
Por ello en ruta a alta velocidad y en asfaltos sinuosos no es de los más firmes ni ágiles. Doblando fuerte las inclinaciones son evidentes, y es bastante sensible a los vientos laterales y a los huellones de algunas rutas. No conviene llevarlo al límite, no está pensado para ese tipo de conducción. Comparado con sus rivales, en términos dinámicos es un poco más eficiente que un Siena pero menos que un 207 Compact o un Fiesta Max.
La dirección es algo lenta en sus respuestas, pero resulta ideal para estacionar por su adecuada asistencia y reducido diámetro de giro.
Bien por los frenos: pedal de buen tacto y distancias de detención lógicas. El ABS respondió bien incluso frenando con dos ruedas en el pasto.
En una maniobra exigente el Aveo no oculta las inclinaciones. Suspensión doméstica puesta a punto para el confort
Otro sedán
El Aveo llega para sumar otra opción en un segmento poblado y variado. La versión básica cuesta 48.000 pesos, mientras esta LT manual se ubica en 56.000 y la automática en 60.000. Valores acertados y competitivos teniendo en cuenta lo que ofrece, el nivel de calidad y la motorización. Un Siena Emotion básico cuesta $55.000 y un Fiesta Max Edge Plus (full) manual con equipamiento similar asciende a 60.000.
También es más barato que el Peugeot 207 Compact si comparamos dotaciones similares. Sólo queda por encima del Corsa CD full, que lo empareja en equipamiento y sigue siendo una de las mejores inversiones en esta franja del mercado. En breve se sumará un rival al que ya le auguran éxito, el Renault Symbol, y no contamos el Linea porque en precio y configuración apuntará más arriba.
Tirón de orejas para la garantía, de sólo un año. Con precios lógicos, ser un Chevrolet le significará ventajas a la hora de la aceptación. De hecho llamó mucho la atención en la calle durante nuestro test, cuando a priori pensamos que por su discreto diseño pasaría desapercibido. Nos equivocamos.
Por Matías Antico
Fotos Miguel Tillous
El Aveo es un auto con aptitudes para viajar en familia con espacio y sin grandes gastos. Un sedán compacto bien concebido