Pruebas de autos importados

Ford Fiesta CLX 1.3 5p - 1995   Con apellido y méritos propios   Revista Road Test Nro 53. Marzo de 1995

Importado por Ford, el Fiesta CLX pasará a ser un problema para sus competidores de segmento. Una excelente relación precio / producto ponen al "chico" de Ford en posición ideal para rivalizar con el Clio de Renault, el "205" de Peugeot y los orientales de esa franja

Si nos remontamos al nacimiento del Fiesta, junio de 1976 fue la fecha. Era el chico de Ford y esa primera versión supo llegar a estas tierras a fines de la década del '70 y comienzos del '80. Recién en 1989, en oportunidad del Salón de Ginebra, se presentó la gama renovada de 3 y 5 puertas con distintas motorizaciones.

A ellas se agregaron la XR2i, la equipada con turbo (Salón de Torino de 1990) y en 1992 se incorporó el motor Zetec de 1.8 litros con 16 válvulas.

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Durante los primeros años, luego de su restyling en el ´89, el Fiesta fue un éxito de ventas no sólo en Inglaterra y Alemania, sino en Italia, Francia y España. Ofrecía un aspecto moderno y juvenil, con buen espacio interior y un equipamiento superior a sus competidores en relación al precio.

Desde fines del ´94, Autolatina S.A. (en el futuro Ford Argentina ) importa el Fiesta en tres versiones: CLX 5 puertas y CL 3 y 5 puertas con motor 1.3 litros de 60 CV para ambos. Las llegadas a la Argentina son unidades producidas en la planta que Ford posee en España y disponen de equipamiento "full" considerando el segmento a que pertenece.

A nivel de estrategia de mercado, de esta forma Ford se adelanta a la fabricación del Clio en Córdoba y a la vez, se incorpora a la franja donde CIADEA tiene protagonismo con ese modelo importado de Francia (aunque salen de la planta de Renault en Portugal).

A esta altura el lector habrá notado cierto énfasis puesto en el origen de estas unidades. Tanto del Fiesta como del Clio. Son muchos los que nos consultan acerca de porque los Renault no vienen de Francia y los Ford de Alemania o Inglaterra. Las razones son industriales y/o comerciales. Esto no significa que sean mejores o peores ya que los controles y niveles de calidad de las fábricas son siempre los mismos ... en especial dentro de Europa.

Cedido por Ford, tuvimos a prueba durante 4.000 kilómetros un Ford Fiesta CLX 5 puertas con motor 1.3 litros y 60 CV de potencia. Un auto equilibrado, que llama positivamente la atención del usuario local y que se ofrece a un precio interesante.
Vayamos a la evaluación de sus virtudes y defectos.

No responde a los preceptos actuales de auto chico pero tampoco quedó a la zaga. Su Cx es de 0.35, con líneas agradables, una distancia entre ejes (2,446 m), que asegura una honrosa tenida direccional y llantas de aleación que le dan un suave toque deportivo junto al babero delantero. Por lo chequeado durante el tiempo de prueba, la línea gusta a todos, pero en especial a los jóvenes.

Los altos de parabienes. Butaca cómoda, baja (96 cm del cojín al techo), pedalera profunda y volante alto (no se regula) de buen diámetro que neutraliza en parte, la falta de asistencia en la dirección. Comandos a mano, elevacristales bien alojados, comando de caja en el lugar justo y apoyabrazos lateral que cumple con su función. Los de 1.70 m o menos pedirán el libro de quejas. Un "ocho" de promedio, es justo.

Información básica del conductor. Sin luces testigo de apoyo dignas de mención y con un diseño semi - circular que no compartimos pero que es común a varios autos de otras marcas de nueva generación. Error importante en el velocímetro (6.5% promedio) no así en el cuentavueltas. El nivel de combustible, como en casi todos los autos del mundo, indica un ficticio mayor consumo a partir de la mitad del tanque. No posee luz de reserva.

1.3 litros. El motor tiene un funcionamiento adecuado aunque no es de los más actualizados

Sin problemas adelante, con ciertas limitaciones atrás, tanto en espacio para piernas como en altura cojín - techo posterior. Respecto a su rival directo (Clio) dispone de 4 cm más en habitabilidad vertical adelante pero 5 cm menos a lo ancho. En lo que respecta a las partes mecánicas todo está a mano debido a lo simple del diseño y al espacio disponible.

Buena vista para el conductor y luces que permiten una conducción nocturna segura. Cuenta con un antiniebla posterior y una de marcha atrás. No tiene banquineros. Las escobillas se mostraron eficientes bajo el agua a cualquier velocidad. Ídem el limpia - lavaluneta. Espejos exteriores poco generosos.

Clásica en autos de su segmento. Regulación de temperatura por comandos de desplazamiento horizontal, perilla de forzador con tres velocidades y tecla aparte para el funcionamiento del aire acondicionado (solo recircula) con tres opciones de salida. Algo ruidoso en posición máxima. Cumple su función.

Espejos y dos elevacristales eléctricos, traba central de puertas, alarma de serie, cinturones de seguridad inerciales adelante (regulables en altura) y atrás y llantas de aleación son lo más destacable de este Fiesta CLX. No se puede exigir más en esta gama y por 16.000 dólares. Un atractivo de peso para el cliente a la hora de decidir.

En este caso el rubro habría que dividirlo entre funcionalidad y diseño. El motor 1.3 del Fiesta funciona a la perfección, es elástico y trabaja a un régimen de vueltas bajo lo que garantiza una mayor durabilidad en teoría. Por el lado de su concepción, es un motor poco actual, con árbol de levas lateral, dos válvulas por cilindro y alimentado por sistema monopunto de inyección que eroga 60 CV DIN a 5.000 rpm.
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En comparación con sus rivales de clase, los 14.71 segundos para los 0 a 100 km/h no son brillantes. Tampoco los 36.10 segundos para los mil metros. Sin embargo, recupera con cierta facilidad considerando sus 60 CV contra los 80 CV del 1.4 litros del Clio, emparejando sus valores en 40 a 100 km/h y 60 a 90 km/h.

Los 155.6 km/h los obtiene en IV velocidad pero la V apenas pierde 2 km/h. La diferencia está en el régimen del motor: 5.500 rpm contra 4.400 rpm. Es digno para un 1.3 litros pero no ideal. Un motor actual de esa cilindrada está en el orden de los 170 km/h.

Virtud que se debe a un motor de bajo régimen de rotación, alimentado por un eficiente sistema monopunto de inyección y a buenas relaciones de caja que no hacen necesario superar las 4.000 rpm entre cambios. A 90 km/h constantes en V marcha consume 5.1 litros cada cien kilómetros. A 120 km/h los valores ascienden a 6.9 litros y en ciudad a 8.0 litros. En utilización de máxima exigencia en ruta no supera nunca los 10.5 litros.

Un tanque de 42 litros no es el ideal pero considerando que el consumo es bajo el "radio de acción" del Fiesta, es adecuado. A 120 km/h en ruta supera los 600 kilómetros sin reabastecer.

Las tres primeras marchas son las ideales para aprovechar correctamente la potencia del motor, en especial para superar con agilidad los vericuetos del tránsito ciudadano. La IV y la V desde mi punto de vista son algo "largas". La transmisión al piso es franca y no mostró tendencias a zapateos o viboreos en aceleraciones o desaceleraciones. El embrague es algo brusco en el acople aunque el pedal es suave.

No es deportivo, ni de recorrido corto, pero es preciso, sin posibilidad de errar un cambio. Incluso la MA no se queja. Solo el recorrido es algo excesivo y el "grip" muy voluminoso.

La falta de asistencia se nota en maniobras de estacionamiento, pero no demasiado. Fuera de esta circunstancia diría que no le hace falta. El sistema es liviano, con volante de diámetro generoso (mayor brazo de palanca) pero algo lento ante el requerimiento súbito. Bien aislado de los trajines del tren delantero.

Respaldos. Reclinable en posición 1/3 - 2/3. Mecanismo simple y práctico

Sistema convencional. Discos adelante, tambor atrás. Muy eficientes aunque algo ruidosos (no chillones, mas bien zumbones) y con elevado grado de asistencia que tiende a producir bloqueos prematuros. Lleva algún tiempo saber dosificarlos para evitar que las ruedas bloqueen. Pedal firme, sin vibraciones.

Pese a tratarse de un auto chico, la tenida y el confort de marcha en ruta es superior al urbano. Franco para doblar, con una suspensión trasera que acompaña muy bien a los llamados del volante aunque con lógica -pero atenuada- tendencia a subvirar. En ciudad, en cambio, el conjunto de suspensiones se mostró algo áspero y ruidoso, aún con presión menor a la sugerida.

El comportamiento general hace suponer que la estructura y suspensiones están para mucho más que los 60 CV de este Fiesta CLX.

Confort correcto en ruta, algo "saltarín" en ciudad, en especial para los ocupantes de las plazas posteriores. Un problema de difícil solución en autos chicos. Respecto a la terminación no hay puntos destacables en la columna de las críticas. Algunos plásticos (los de consola central) manifestaron quejas después de los primeros miles de kilómetros.

En general la insonorización es buena para un auto de esta categoría, solo a altas velocidades se mostró rumoroso, en especial por los sonidos provenientes del motor. Carece de bolsillo en los respaldos delanteros.

Los respaldos se rebaten en posición 1/3 - 2/3 pero de baúl neto el Fiesta dispone de 250 dm3. La rueda de auxilio está ubicada en una jaula bajo el piso (sistema con el que jamás simpatizamos) para mejorar la capacidad de carga. Crique de accionamiento correcto.

Por lista de precios sugerida , el Fiesta cuesta u$s 16.000. El de sus rivales es: Clio (u$s 17.000), Peugeot 205 (u$s 18.000), Citroën AX (u$s 19.000), Suzuki Swift GL (u$s 21.000). Sin duda un importante atractivo... en especial por tratarse de Argentina y llevar apellido Ford.

Por: Carlos Figueras

Fotos Miguel Tillous

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CONCLUSIONES

A favor

En contra

VELOCIDAD MÁXIMA 155.600 KM/H
En IV marcha a 5.500 rpm

Tablero de instrumentos semi circulares común a varios modelos de nueva generación

Butacas. Asientos de buena sujeción y tapizados sobrios con apoyacabezas regulables

Origen: Chapa identificatoria de lugar de fabricación. Planta de Ford en España

Fusiblera. Bien ubicada, a mano, a la izquierda del conductor en alojamiento propio

Ventana. En el piso sobre el lado del acompañante. Una tapita esconde el número de chasis

BREVISIMAS

Destacable la calidad didáctica y presentación del "Manual del usuario". Un ejemplo.

Por seguridad, el botón de apertura interna de tapa de baúl, solo se acciona cuando el auto está detenido y sin contacto.

Los elevacristales eléctricos no disponen de sistema "one touch".

Una sola llave abre todo el auto. Es de tipo cilíndrica computada.

Espejos externos algo pequeños. Están ubicados muy abajo y no quedan en la línea natural del conductor.

En el pasarruedas del lado del conductor dispone de una llave de corte de sistema de inyección para casos de emergencia. Incendio, por ejemplo.

Por poseer catalizador solo debe usarse nafta ecológica sin plomo.

Cuenta con espejos de cortesía en ambos parasoles.

Manual: Completo manual de propietario con sobre plástico ad - hoc. Un ejemplo

EQUIPAMIENTO

- Alzacristales eléctricos delanteros
- Cuatro cinturones de seguridad inerciales, delanteros regulables en altura
- Espejos externos con comando eléctrico interno
- Parabrisas laminado y cristales tonalizados
- Cierre centralizado de puertas
- Alarma de serie
- Llantas de aleación liviana
- Apoyacabezas delanteros regulables
- Radio AM/FM con pasacassette y dos parlantes
- Luz antiniebla posterior
- Portamapas en las puertas delanteras
- Aire acondicionado con forzador de tres velocidades
- Limpia lavaluneta con posición intermitente
- Espejo de cortesía en ambos parasoles
- Antena de techo
- Luneta térmica
- Compartimiento portaobjetos en panel de instrumentos
- Catalizador de tres vías
- Respaldos posteriores rebatibles con esquema 1/3 - 2/3
- Luz de baúl

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