Subaru Impreza 2.0 WRX Turbo - 2001   Puro carácter   Revista Parabrisas Nro 274. Agosto de 2001

Un sedán de cuatro puertas con todo el empuje y la cepa deportiva: notable poder de aceleración -de 0 a 100 km/h en 6 segundos-, tracción integral y un comportamiento singular que combina las prestaciones de un auto de rally con las de uno de calle

Sólo hubo que darle un par de aceleradas y tomar algunas curvas "rapiditas" como para despejar todas las dudas y confirmar que el Subaru Impreza Turbo en su versión WRX es uno de esos autos que se convierten en clásicos desde su nacimiento y que pasan a ser protagonistas para los amantes de los fierros.

Empuje. Fuerza de propulsión. Eso es lo que altera el pulso cardíaco y causa adicción para quien está sentado en la anatómica butaca de competición. La espalda se pega al asiento y se despierta la emoción, casi la misma que la de un niño en un parque de diversiones. Sin dudas es un auto que embelesa y que transmite una singular sensación de poder.

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En síntesis: un sedán de cuatro puertas con tracción integral, motor turboalimentado de 218 caballos que puede acelerar de 0 a 100 km/h en 6 segundos clavados (sí, leyó bien, 6 segundos, ni una décima más ni una menos). Para entenderlo mejor, muchos superdeportivos que cuestan casi el doble, sucumben ante este sedán en una clásica prueba de aceleración.

Con un excelente currículum a cuestas (Campeón Mundial de Rally durante tres años consecutivos) el nuevo Impreza llega con algunos cambios que lo han mejorado, sin perder su cepa deportiva.

Diseño - Aerodinámica

A simple vista se pueden apreciar importantes cambios. Las nuevas ópticas con forma redondeadas sustituyeron a las clásicas alargadas y modificaron parte de su aspecto. Ahora las luces antinieblas toman más protagonismo y las faros principales recuerdan, en parte, al anterior modelo del Toyota Corolla.

De cualquier modo, no ha perdido el carisma ni el aspecto musculoso que le confieren la toma de aire sobre el capot (la que encarga de refrigerar el intercooler), las enormes llantas de aleación de 17 pulgadas, la doble salida de escape y el sobredimensionado alerón sobre la tapa del baúl. Pese a estos aditamentos, el Impreza es un sedán más que circula por la calle, pero al que algunos entendidos miran con atención.

Confort - Espacio interior

Si lo que se desea es gran confort para una familia, mejor ir pensando en otro auto. Ahora bien, si lo que se busca son sensaciones fuertes de manejo, el Impreza Turbo es el vehículo indicado.

El volante Momo de cuatro rayos, la pedalera de aluminio y la butaca envolvente de competición ofrecen una excelente posición de manejo. La butaca sujeta con firmeza a todo el cuerpo y permite doblar curvas de importante fuerza de gravedad lateral sintiéndose seguro. Tiene regulación en altura, ajuste de respaldo y longitudinal.

Dado su carácter, el andar es un poco áspero, ya que copia las irregularidades del camino, pero no compromete en gran medida el confort de marcha. Las plazas traseras (sin apoyacabezas) ofrecen un espacio muy justo; las personas de concepción media - grande tendrán dificultades con el lugar para las piernas.

Confort - Espacio interior

Como se dijo al principio, el motor de 4 cilindros boxer y 218 caballos le permite acelerar de 0 a 100 km/h en 6 segundos exactos. Este propulsor, que comienza a entregar su potencial de manera contundente después de las 3.000 rpm, está conectado a una caja de cinco velocidades y a un sistema de tracción integral.

Con esta combinación, es difícil que un auto de tracción simple, incluso con bastante más potencia, pueda conseguir semejante valor. El secreto radica en que, al acelerarlo a altas revoluciones, el turbo se encuentra soplando y, al momento de salir, el patinamiento es mínimo. Esta característica genera una sensación más parecida a la de un superdeportivo que a la de un sedán.

Su velocidad máxima de 221 km/h no es poca, pero dado que eroga más de 200 caballos, podría superar con tranquilidad los 230 km/h. Los compromisos de este Impreza se encuentran en su caja de relaciones cortas (podría tener tranquilamente una sexta marcha), y el sector inferior de la carrocería (diferenciales) que lo "frenan" aerodinámicamente.

Pero el punto más oscuro es el elevado consumo y la escasa autonomía; en ciudad rinde apenas 5,4 kilómetros por litro y su autonomía es inferior a los 300 km. Y si lo que se desea es ir rápido en ruta (mejor ir pensando en bidones), con suerte se superan los 200 km. En resumen, se parece más a un V8 que a un cuatro cilindros de dos litros.

Instrumental y Equipamiento

En este sentido deja bastante que desear, no sólo por su pobre instrumental que carece de indicador de presión de aceite, de presión de turbo, de temperatura de aceite y de nivel de batería (accesorios necesarios en autos de estas características), sino que también su equipamiento resulta bastante escaso.

En materia de seguridad debería contar con, por lo menos, dos airbags más y apoyacabezas traseros, en tanto que en confort podría ofrecer una computadora de abordo, un comando de altura de luces y un autoestéreo de mejor calidad de sonido y que combine con el color del tablero.

Dirección - Suspensión

Como en la mayor parte de los autos de la marca, la concepción del motor con cilindros opuestos y la distribución de pesos son esenciales para el nivel de estabilidad. En este modelo en especial, esos beneficios se refuerzan con el sistema de suspensión.

Los brazos de apoyo del esquema de cuatro ruedas independientes se han perfeccionado en esta nueva generación y transmiten un singular nivel de seguridad en curvas rápidas. Es "durito" y copia las irregularidades, pero es difícil encontrarle el límite de adherencia. Si se lo sobrepasa, es importante tener en cuenta que la reacción no será la misma que la de un auto estándar. De acuerdo con las circunstancias resulta mejor acelerarlo que levantar el pie para que se acomode.

La dirección -muy sensible- le confiere una impecable maniobrabilidad aunque su diámetro de giro es un poco más limitado que en las versiones sin turbo. Por su parte, el volante Momo ofrece un impecable grip.

Transmisión - Caja

Una caja de cinco velocidades de relaciones cortas (podría contar con una sexta marcha) y el sistema de tracción integral, son en gran parte los responsables del carácter singular del Impreza Turbo. Ahora se han reducido los ruidos del eje cardán y se le ha introducido un diferencial de deslizamiento limitado en el tren posterior.

Esta receta no sólo le permite aprovechar al máximo su potencial: también marca la diferencia cuando hay que internarse en terrenos adversos (barro, nieve y arena) adonde no pueden llegar muchos autos de tracción simple.

Seguridad - Frenos

En materia de frenaje, supera la prueba con creces (de 100 km/h a 0 en 37,9 metros). Incluso los discos delanteros que utilizan cuatro cálipers fueron sobredimensionados a 16 pulgadas, mejorando su capacidad, y el ABS funciona sólo cuando es necesario.

La tracción integral también aporta lo suyo cuando llueve o se baja a una banquina. Pero en materia de airbags queda en off-side, puesto que cuenta sólo con dos; debería ofrecer por lo menos dos más, laterales.

Con respecto al poder de las luces (que no se pueden regular en altura) no transmiten seguridad a altas velocidades. Tampoco le vendría nada mal un extra como el ESP, para aumentar todavía más su seguridad activa.

Ahora el tren posterior utiliza un diferencial de deslizamiento limitado; nótese cómo ambas ruedas traccionan durante una aceleración brusca

Precio

La primera impresión que causa su precio (42.950 pesos) es contradictoria, porque a cualquiera que piense que se trata de un potente sedán de cuatro puertas de tamaño mediano, le parecerá un valor elevado.

Pero no hay que olvidarse que este Subaru tiene las prestaciones de un verdadero purasangre y, como se dijo, para poder obtener un valor de aceleración similar (de o 100 km/h en 6 segundos) hay que desembolsar unos cuantos dólares más. Por ejemplo, un Audi S3 que cuesta más de 50.000 dólares, tiene menos aceleración que el Impreza, pero sí mucho más equipamiento, un aspecto en el que el producto japonés queda relegado.

El encanto de este bólido se disfruta en el manejo verdaderamente deportivo y, sobre todo, cuando autos mucho más caros sucumben ante una simple prueba de aceleración.

Texto. Augusto Brugo Marco
Fotos. Alfredo Nardini y Renaldo Rezzo

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CONCLUSIONES

Los más

Los menos

• Escaso nivel de equipamiento
• Rueda de auxilio temporal
• Consumo
• Falta de apoyacabezas traseros

VELOCIDAD MÁXIMA 221.000 KM/H
En 5ta a 6.000 rpm

El tablero, con un gran velocímetro central, tacómetro e indicador de combustible y temperatura, es incompleto. Debería traer marcadores de presión de aceite, nivel de batería, presión del turbo y computadora de a bordo

Excelente grip del volante Momo de cuatro rayos

El alerón, de nuevo diseño, aumenta la tenida y resulta una referencia ideal cuando hay que estacionar

Uno de los mejores aspectos del auto son la ergonomía y seguridad que brindan sus butacas deportivas

EQUIPAMIENTO

- Aire acondicionado.
- Dirección asistida.
- 4 levantavidrios eléctricos.
- Cierre central de puertas con telecomando.
- Autoestéreo con CD.
- Espejos eléctricos.
- Doble airbag.
- Luces antiniebla.
- Climatizador semiautomático.
- Butaca del conductor y volante con regulación en altura.

DETALLES

- La guantera tiene luz pero no cerradura.

- El parasol del acompañante trae un espejo pero no esta iluminado.

- A pesar de que las puertas no tienen marco, no presenta filtraciones ni excesivos ruidos de viento.

- Sólo la tecla levantavidrio del conductor cuenta con sistema one-touch de ascenso y descenso.

- Al apagar el auto, las luces también se apagan.

- El comando de espejos eléctricos no está iluminado y es difícil encontrarlo en la oscuridad.

- El comando del cierre central es de incómodo accionamiento.

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Road Test del Subaru Impreza RX 2.0
Revista Auto Test Nro 103. Mayo de 1999