Pruebas de autos importados

Chevrolet Vectra CD 2.0 16v - 1996   Con todo lo que hay que tener   Revista Road Test Nro 74. Diciembre de 1996 (Test disponible gracias a la amabilidad de Pablo Daniel Donolo)

El precio del Chevrolet Vectra CD 2.0, competencia directa del Renault Laguna y el Ford Mondeo, lo convierte en una opción muy tentadora, que basa su encanto en un completo equipamiento, elementos de seguridad que incluyen el control de tracción y prestaciones dignas de un dos litros de ley

Primero con timidez, luego con un poco más de fuerza y finalmente descargando toda la mística que la marca tiene en la Argentina. Poco a poco, General Motors va ganando lugar en el mercado fundamentalmente con productos de demostrado éxito en el resto del mundo, como es el caso concreto del Corsa y desde ahora, con el Vectra, objeto del test que nos ocupa.

¿Por qué se comercializa con el nombre Chevrolet?. ¿Opel no tiene nombre en la Argentina?. Como fuera, la estrategia ya está definida y, tal como sucede en Brasil, a los modelos alemanes se les pondrá la célebre cruz en la trompa, para delirio de algunos que todavía siguen amando al Chevy y que, como si se tratara de River o Boca, ignorarán la ascendencia del vehículo en cuestión.

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Este Vectra CD 2.0 16v se lanza al mercado nacional, un año después de su presentación en Europa lo que deja en claro la tendencia de la industria del Mercosur, cada vez más cerca de lo que sucede por aquellos lares, a punto tal que las fábricas incluyen a esta parte del mundo en sus proyectos de lanzamientos futuros.

Pues bien, ha llegado la hora de entrar de lleno en el terreno que nos apasiona e interesa, es decir la prueba del Op... perdón, Chevrolet Vectra CD 2.0 16v de última generación, es decir con el restyling que le ha dado un aspecto más moderno y con algunas soluciones estéticas dignas de destacar. Tal vez, en la evaluación punto por punto veamos los pro y los contra de este modelo alemán que llega desde Brasil con marca americana.

En los dos puntos que componen este rubro luce el Vectra. Su Cx = 0.29 exime de mayores comentarios cuando hablamos de rendimiento aerodinámico. En lo referente al aspecto estético, hablamos de un auto de agradables líneas generales, con una solución que merece ser destacada.

Las molduras del capot siguen su línea, para empalmar con los espejos exteriores, algo que además de influir positivamente en relación con la aerodinámica, le brinda un aspecto agresivo y deportivo. No hay persona a la que no le llame la atención esta solución, por cierto de excelente resultado final.
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La comparación inevitable es con sus rivales, es decir el Ford Mondeo y el Renault Laguna, En relación a ellos tiene un faltante evidente; la regulación en altura del volante que si tiene la versión base (¿?).

Como agravante, tampoco se regula en forma telescópica. En contrapartida, dispone de varias opciones para la butaca, En altura (pivotante), por correderas longitudinales, de respaldo y lumbar doble. Los de brazos más cortos tendrán algunas dificultades extra.

Todo lo que hay que tener y más. Si uno se tiene que poner en súper exigente, podría señalar la falta de indicador de nivel de aceite. Dispone de cuentavueltas, velocímetro (ambos con escaso margen de error), indicador de temperatura, de nivel de combustible y ordenador de a bordo que indica consumo promedio e instantáneo, kilómetros recorridos, temperatura exterior, tiempo de viaje, litros consumidos durante el periplo, autonomía, etc.

Para quedarse sin nafta en un Vectra, tiene que ser muy distraído. A la luz de reserva se suma la del display del ordenador que comienza a destellar cuando la autonomía está por debajo de los 50 kilómetros. Testigos que indican el normal funcionamiento de elementos de seguridad completan un panorama sumamente satisfactorio.

Interior elegante y con buenos materiales. Sólo los encastres merecerían un cuidado mayor

Para tener una referencia la comparación se hizo con sus rivales directos y las mediciones arrojaron cifras más o menos similares. Los ocupantes de adelante ven limitada la disponibilidad de espacio por una consola central voluminosa a la que hay que acostumbrarse. La regulación en altura de asiento permite a los más altos ir bien abajo con lo que se dispone del mismo espacio que el Mondeo (93 centímetros) cuando éste tiene su butaca en la posición más alta.

Los pasajeros de atrás cuentan cuentan con espacio más que suficiente, aun en altura, pese a un techo que baja por razones estrictamente aerodinámicas. Volvemos a la comparación, en altura dispone de tres centímetros más que el Mondeo y dos con relación al Laguna.
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No presenta complicaciones ni hacia adelante ni hacia los costados, aún en tres cuartos trasera, donde contribuye la tercera ventanilla lateral ubicada a la altura del parante. Sólo para atrás es conflictiva, producto de la cola alta. Los espejos externos son de reducido tamaño.

Las luces ofrecen un buen poder lumínico, fundamental para un auto que está en condiciones de superar los 200 kilómetros por hora.

La escobillas aparecieron como eficientes y sólo por encima de los 200 km/h comienzan a flotar en el recorrido de ida no así en el de vuelta.
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Similar al del Mondeo, es decir con aire acondicionado con función recirculación (se acciona por medio de dos teclas alojadas en la plancha, arriba de la radio) y forzador de cuatro velocidades. Cinco opciones de salida claramente identificables y escogibles desde una perilla circular ubicada junto al selector de temperatura. Sistema eficiente, pero en desventaja frente al Laguna que dispone de climatizador automático.

En el rubro seguridad merece un 10 (o más) teniendo en cuenta que hablamos de un auto de u$s 26.000. Doble airbag, ABS y ... ¡¡control de tracción!! se suman a las barras laterales de protección. El equipamiento también es sumamante completo y merecería un diez de no ser por la ausencia de regulación en la columna de dirección, o por la opción manual de regulación de la butaca del conductor.

Prolijo. Buena presentación del motor del Vectra, eficiente y con 141 CV de potencia

A partir de aquí el Vectra comienza a lucirse en otro aspecto: el del rendimiento. Este 4 cilindros supercuadrado (86 x 86 mm) alimentado por inyección secuencial de combustible eroga 141 CV (en Europa indican que tiene 136 CV) y es sumamente eficiente. Sólo en el régimen intermedio es un poco perezoso, una característica de los multiválvulas. A partir de las 4.000 rpm, cambia el ruido y empieza a empujar con soltura.

No se trata de un impulsor ruidoso pese a tener doble árbol de levas a la cabeza (otro mito que se derrumba) y aunque no tiene demasiados bríos abajo, tampoco se queja por debajo de las 2.000 rpm.

Antes de entrar de lleno en este rubro, cabe hacer una aclaración que a algunos les parecerá obvia pero que no todos tienen que saber. Para hacer las pruebas desconectamos el control de tracción, porque si no los registros no serían valederos.

De 0 a 100 km/h aceleró en 9.96 segundos (justo en el corte de la segunda) y cubrió los 1.000 metros con partida detenida en 30.78 segundos (como dato, un segundo más con el TC conectado). Valores esperables y correspondientes a un auto de este peso (más de 1.400 kilos) y potencia.

La curiosidad estuvo en los reprises, ya que los registros obtenidos en quinta marcha en 60 - 90 km/h fueron mejores que los conseguidos en 90 - 120 km/h, lo que denota un mejor rendimiento del motor en el régimen inferior que en el intermedio.

Es el de mayor velocidad de punta entre los autos de su segmento con 208.1 km/h, 2 kilómetros por encima del Laguna y 12 por sobre el Mondeo, aunque equipado con caja automática. Un rubro en el que el Cx lo favorece. Más que suficiente.

Aquí la referencia obligada es el Laguna, ya que el Mondeo probado en nuestras páginas estaba equipado con caja automática. Supera al producto de Renault en toda la gama. Casi un litro menos a 120 km/h (7.75 litros cada 100 km) y un poco más en la ciudad (10.84 litros cada 100 km). Propulsor eficiente, con necesidades de alimentación coherentes con sus prestaciones.

El menor consumo no se refleja de manera decisiva ya que el tanque es de 60 litros, lo que le consiente una buena autonomía, por encima de los 500 kilómetros en ciudad, siempre hablando de una conducción prudente. A 120 km/h es posible superar los 700 kilómetros mientras que en el manejo exigente será necesario refuelar cada 328 kilómetros. Distancias similares a las del Laguna.

Cuenta con control de tracción, ideal para circular por terrenos con poco grip. Sin embargo, no impide la tendencia subvirante de los tracción delantera. En procesos de aceleración, con el AC desconectado, transmitió bien la potencia al piso, sin zapateos indeseables, traccionando parejo. Lo mismo ocurre en virajes exigidos. El embrague es algo brusco, pero sin llegar a incomodar al conductor.

Llama la atención el freno que hay entre cambios y es complicado el pase de segunda a tercera. Es este tal vez el punto más flojo del Vectra. Para el manejo citadino no ofrece inconvenientes ya que si los cambios se pasan lentamente entran sin trabas ni demoras. Los problemas aparecen en el manejo veloz cuando el sistema es exigido sin contemplaciones.

Preciso, eficiente y directo. A altas velocidades la asistencia no influye en el normal comportamiento del auto. Volante de buen grip y diámetro de giro lógico, comparable con otros autos de su tamaño.

Cuatro discos (delanteros ventilados) con sistema antibloqueo ABS conforman un sistema apto para detener confiablemente el auto aún cuando viene lanzado a velocidad máxima. No mostró fatigas prematuras ni perdió el poder frenante ante solicitaciones extremas.

Se ha logrado el tan buscado (y no siempre encontrado) equilibrio confort de marcha / seguridad. En la ciudad se comporta como una confortable berlina sin que el andar sea áspero, más bien todo lo contrario.

En ruta, llevarlo a más de 200 km/h no requiere de ninguna atención especial. Va derecho, firme, y sólo se mostró algo celoso a las huellas y los cambios de asfalto. Llama la atención la ausencia de ruidos aerodinámicos por debajo de los 180 km/h. Reina en el interior el más absoluto silencio. Una virtud del Vectra que hace que el conductor se sienta cómodo en cualquier terreno.

La impresión que uno tiene al subirse al Vectra es francamente alentadora. Tablero construido con buenos materiales, paneles de puertas engamados con los tapizados (cuyos motivos, similares a los del viejo Chevette, son discutibles) y un entorno acogedor y agradable. Sólo algunos ruidos en el interior delatan una terminación que bien podría haber sido más esmerada, sobre todo en las puertas y tablero que se quejan en terrenos desparejos.

En franca ventaja con respecto a sus rivales de segmento debido al tercer volumen. Baúl profundo (480 dm3) que permite acomodar fácilmente el equipaje de cuatro ocupantes que confortablemente podrían viajar en el Vectra. Críquet eficiente y de dimensiones suficientes como para que cambiar una goma no sea un martirio.

La lucha entre las fábricas es tan intensa que una mala estimación del precio puede destinar un modelo a un fracaso irremediable. Este Vectra se destaca por su equipamiento, un motor que le otorga óptimas prestaciones y varios elementos de seguridad, todas características que podrían hacer suponer que se trata de un auto cuyo precio se ubica por encima de los 30.000 dólares, como el Laguna o el Mondeo.

Sin embargo, no es así. Los concesionarios de General Motors comercializan este Vectra full a sólo 26.900 dólares, un valor más que interesante. Haga sus cuentas y evalúe todo lo que le ofrece este Vectra. Su conclusión deberá ser similar a la nuestra.

Por: Fernando Miranda

Fotos: Alfredo Calascione

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CONCLUSIONES

Más

Menos

VELOCIDAD MÁXIMA 208.105 KM/H
Promedio de dos pasadas con dos personas a bordo

Tablero. Información necesaria complementada por una gran cantidad de testigos

Computadora. Ocho funciones. En el mismo display se visualiza la estación de radio elegida

BREVISIMA

- La radio es de muy mala recepción. A escasos 40 km de la Capital Federal ya cuesta sintonizar las FM tradicionales

- El gancho de remolque es de quita y pon. Atención que tiene rosca izquierda. No se quede una hora intentando colocarlo

- Para cambiar las ruedas hay que sacar una pequeña tapa central con una llave que se guarda en la guantera

-Críquet y balizas se guardan en un compartimiento en el baúl, a la derecha con una práctica tapa con tornillos de media vuelta

- Molestan las luces de las teclas elevacristales, ubicadas a los lados del selector de cambios. De noche, la intensa luz amarilla que sirve para ubicarlos en la oscuridad, distrae al conductor

- La tapa de tanque se abre con el cierre central. No tiene llave ¡Albricias!

- El ordenador de a bordo se comanda por medio de dos botones ubicados en el brazo que acciona el limpiaparabrisas. Práctico

- Útiles portamapas en puertas traseras, como para que el asiento posterior no sea depósito de papeles de dudosa utilidad

- Dispone de regulación interna de faros, cuyo comando se encuentra junto al de las luces antiniebla

Espacio. Los pasajeros de atrás tienen el lugar suficiente como para acomodarse sin problemas

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Road Test del Chevrolet Vectra CD 2.2 Aut
Revista Auto Test Nro 98. Diciembre de 1998