Hyundai Sonata GLS V6 - 1999   Expreso de oriente   Revista Auto Test Nro 99. Enero de 1999

Hyundai presentó la nueva versión del Sonata, un auto que navega entre dos segmentos y que basa su encanto en un precio relativamente contenido conjugado con un interesante nivel de equipamiento

La evolución que ha tenido Hyundai, y hablamos a nivel internacional y en cuanto a producto, ha permitido que sus autos dejen de ser meros ejercicios estéticos basados sobre automóviles concebidos por otras empresas, para pasar a ser desarrollos propios, con tecnología coreana. Fue así que fueron apareciendo las diferentes gamas de motores Alfa, Beta, Gama y esta Delta que es la que equipa. al Sonata GLS V6 que es objeto de este test.

Pero además del motor, se debe sumar el chasis y la carrocería que son también desarrollos coreanos, por lo que este Sonata es ciento por ciento Hyundai, pese a lo que todavía muchos suponen, es decir que se trata de variaciones de algún japonés.

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El Sonata entra en un terreno complicado cuando se intenta encasillarlo en un segmento preciso. Pero fuera cual fuera la franja en la que apunta a imponerse, intenta hacerlo fundamentalmente, en base a precio.

Según la segmentación internacional, y que es por la que nosotros nos regimos, entra en el segmento E y debería vérselas con la Clase E de Mercedes-Benz, el Audi A6, la Serie 5 de BMW, y saliendo de los monstruos alemanes, con el Alfa 164 (el 166 cuando llegue), el Chevrolet Omega, la serie 800 de Rover, el Volvo V90 y el Chrysler Stratus, que tal vez sea su rival más directo y accesible. En la práctica, la porción de mercado que se quiere robar es la que está poblada con el Ford Mondeo, el Renault Laguna y el Volkswagen Passat entre otros.

Elegante. Tapizados de cuero y toques de madera algo brillante

Hay que acostumbrarse

Desde el punto de vista del diseño (7,5) se trata de un auto que, cuanto menos, no pasa desapercibido. Líneas duras, distancia entre ejes reducida para un tamaño considerable que le da cierto aire americano, dos enormes nervios en el capot que se meten bien adentro de la parrilla con faros redondos a los lados, tal vez un poco divorciados del resto de la línea, con más tendencia a los ángulos rectos que a suaves redondeces. Pero como siempre decimos, es un tema difícil de juzgar porque siempre que entra a jugar el componente estético, habrá tantas opiniones diferentes como personas involucradas.

Sentarse con comodidad tras el volante del Sonata no es tarea sencilla, pero con paciencia será un trabajo fructífero, que redundará en una muy confortable posición de manejo (9). Todas las regulaciones son manuales, lo que requiere cierto esfuerzo para accionarlas, sobre todo la regulación en altura, que es tan curiosa como práctica.

Dispone de dos perillas circulares que suben y bajan las partes delantera y trasera de la butaca del conductor respectivamente. Es decir, que hasta se puede dejar el asiento con el ángulo preferido, como para que las piernas estén bien descansadas.

La columna de dirección regula en altura pero no en profundidad. Los comandos quedan a mano y sólo la radio está ubicada abajo. La tendencia es a accionar la perilla del climatizador cuando se quiere subir o bajar el volumen. No diga que no se lo avisamos...

Frente al conductor y bien a la vista, queda el instrumental (8,5), que incluye velocímetro y cuentavueltas, con indicadores de temperatura y nivel de combustible. Una buena cantidad de testigos completan la abundante información que recibe el conductor que incluye hasta baúl y puertas abiertas. Con caracteres claros y legibles, al primer golpe de vista se obtiene los datos deseados.

Exteriormente el Sonata parece más chico de lo que es. Sus 4,710 metros de largo, parecen muchos menos que los 4,750 del Stratus o los 4,775 del BMW y hablamos apenas de 5/6 centímetros. Sin embargo, en el interior (9,5) es cuando uno percibe que se trata de un segmento E. El espacio para las piernas que disponen los pasajeros de atrás es más que interesante (28 centímetros de mínimo) con un ancho aprovechable de 131 centímetros tanto adelante como atrás.

Al analizar la visibilidad (8) en el Sonata debemos separar bien los tantos. No ofrece puntos oscuros ni hacia adelante ni hacia atrás, para lo que lo ayuda la cola baja. Por otra parte, las luces son mejorables y su poder lumínico lejos está de asombrar. Poca diferencia entre las altas y las bajas. No dispone de regulación interna de faros. Los espejos externos cuentan con desempañador, ideal para las madrugadas de los días húmedos, aunque si debemos ser sinceros no es la hora a la que solemos levantarnos (ni acostarnos), antes de que algún vivillo haga el comentario correspondiente.

La climatización (9,5) está muy bien resuelta en el Sonata aunque hay que acostumbrarse a sus comandos. Si deja todo en automático, todo es cuestión de apretar una tecla. Las opciones de salida se escogen apretando otra tecla (cuya leyenda reza mode) y en el dibujo del display aparecerán las opciones que se van activando. A la izquierda se ubica el comando del forzador, muy silencioso aun a máxima velocidad. Ni siquiera Figueras (hombre de clima helado) pasará calor en el Sonata.

Antes de entrar en el comportamiento dinámico del auto, debemos pasar revista al equipamiento (9). Como puede esperarse es sumamente completo, lo que se comprueba con sólo echar un vistazo en el recuadro correspondiente. Entre las ausencias, hay que mencionar las de regulaciones eléctricas para los asientos, de regulación interna de faros, de cruise control y comando satelital de radio, por mencionar sólo a las más notables.

Se lleva los aplausos en el rubro seguridad, por la presencia del ABS, TSC (control de tracción) y por sobre todo del airbag lateral, equipo más que elogiable para un auto de ese precio. Tal vez la ausencia de luces antiniebla traseras (sólo dispone de delanteras) le resta un poco de calificación en este rubro.

Todo nuevo

Como dijimos al principio del test, el motor (8.5) es un V6 de 2.5 litros de desarrollo 100% Hyundai. Se trata de una planta motriz llamativamente silenciosa en ralenti, capaz de entregar 160 CV que lucen menos en la práctica que en los papeles. Si hay algo para destacar, como ya expresamos es su escasa rumorosidad y su suavidad de funcionamiento, sin vibraciones indeseadas, lo que le da el típico andar de las grandes berlinas. Se despierta a partir de las 3500 rpm y ahí cambia el ruido pero sin ser exagerado. La potencia máxima está a 6000 rpm y sigue trepando, pero a partir de las 6200 / 6400 rpm es innecesario seguir acelerando.

Gran parte de la potencia se ve absorbida por el sistema de transmisión (7,5), con una caja automática de cuatro marchas cuyo funcionamiento está comandado electrónicamente, adaptándose a las características de conducción. Las relaciones de caja son sumamente largas, con una tercera que es directa (1 a 1) y una cuarta de 0,71 que le permite desarrollar casi 44 km/h cada 1000 rpm.

No patina en exceso, pero le caería muy bien un cambio más. Además, es a prueba de "asesinos". Si viene a 4400 rpm en 4ta y quiere bajar a tercera, la caja no responderá a la maniobra y seguirá en la marcha superior.

Para redondear, el comando de caja (8) es de grip muy agradable y no ofrece grandes resistencias a las órdenes recibidas. Cuidado, porque no es necesario pisar el freno para sacar la palanca de la posición Parking. El largo de las relaciones, influye negativamente a la hora de colocarle el Correvit. Las aceleraciones (7,5) están lejos de las declaradas por fábrica y de las que podrían esperarse de un motor de 160 CV. No desentonan, sin embargo, los 10,9 segundos para llegar a 100 km/h con partida detenida, ni los 32 segundos que necesita para cubrir los 1000 metros en idénticas circunstancias. Los reprises, con la caja automática, son relativos. En la prueba de 40-100 km/h baja a primera mientras que todos los demás los hace en segunda.

La velocidad máxima (8) nuevamente está influenciada por el largo de las relaciones. Con una intermedia, entre la directa y la de 0,712, sin duda ganaría unos cuantos kilómetros, aprovechando esas 1500/1600 rpm extras que dispondría. Pero 203,9 km/h son más que suficientes.

El consumo (8) es otro de los ítems que se debe dividir de manera precisa. En la ciudad, no es precisamente económico, y nunca está por debajo de los 15 lit/100 km. A 120 km/h, en la relajada marcha superior y a apenas 3000 rpm (un poco menos en rigor) supera mínimamente los 10 litros para recorrer el centenar de kilómetros. El tanque de 65 litros le confiere una aceptable autonomía (8) pero se extraña uno de mayores dimensiones si se tiene el pie pesado o si se lo utiliza en largos recorridos urbanos.

CONCLUSIONES

A favor

• Confort de marcha

• Frenos eficientes
• Dirección precisa
• Posición de manejo
• Habitabilidad posterior

En contra

• Estética discutible

• Consumo urbano elevado
• Caja de cuatro marchas
• Prestaciones limitadas
• Luces mejorables

Puntaje final: 83.70

VELOCIDAD MÁXIMA 203.900 Km/h
En Drive a 4.600 rpm

EL SONATA SOPRENDIÓ POR SU COMPORTAMIENTO RUTERO Y SU CONFORT DE MARCHA EN LAS CALLES DE LA CIUDAD

Motor V6 de 160 CV

Influencia. El estilo japonés se filtra en los productos coreanos

BREVISIMAS

Muy cómodo. Valoramos mucho la apertura interna de tapa de tanque (sin llave) y de baúl. Nunca hay que bajarse del auto.

Teléfono. Bajo la radio existe un portaobjetos y al fondo se aloja una toma de 12 voltios ideal para enchufar el Movicom.

Para todos los tamaños. Entre los dos asientos se ubica el apoyabrazos que dispone, bajo distintas tapas, de dos portaobjetos. Como si esto fuera poco, más abajo, otra tapa oculta dos posavasos. Si hay algo que sobra, es lugar para dejar las cosas.

Alarmista. Cuando la aguja del indicador del nivel de combustible está abajo de todo, recién se enciende la luz de reserva y todavía quedan diez litros en el tanque. Digamos que avisa con margen de sobra.

Cuidado al bajar. Contrariamente a lo que ocurre con otros automáticos, se puede sacar la llave aun con el selector en la posición neutral. Es menester tener mucho cuidado si se deja el auto en bajada.

Chicos. Los portamapas son de reducido tamaño. Sólo entran allí unos cuantos papeles, pero se llenan enseguida. No es bueno para desprolijos.

A oscuras. La guantera no tiene luz. Si tiene que buscar algo una vez que entró en el garaje, consiga una linterna.

Bocina. Está en el centro del volante y no es demasiado sencilla de accionar. Por suerte no somos de usarla mucho...

Respaldo. El trasero por supuesto que es rebatible, pero el marco siempre queda fijo, Ilegando al baúl a través de dos especies de "agujeros". No es de lo mejor.

Atención. Al quitar el contacto, si no se apagan las luces, quedan prendidas sólo las de posición. pero carece de alarma. Cuidado los más distraídos.

UNO DE LOS ASPECTOS A MEJORAR ES EL DEL CONSUMO URBANO. HAY QUE TRATARLO CON SUMA DULZURA

EQUIPAMIENTO

- ABS
- Airbag cond/acomp/lateral
- Aire acondicionado
- Apertura a distancia puertas/baúl
- Apertura interna de baúl/tanque
- Apoyacabezas delanteros/tras.
- Asientos regul. altura cond.
- Bloqueo central de puertas
- Bolsillos en respaldos delanteros
- Climatizador automático
- Cinturones seg. inerciales ad./at.
- Control de tracción
- Desempañador de espejos ext.
- Elevacristales eléctricos ad./at.
- Espejos cortesía acomp.
- Espejos con comando eléc.
- Guantera con Llave
- Indicador temperatura agua
- Indicador temperatura exterior
- Limpialavaparab. con interm. reg.
- Luces antinieblas del.-
- Luces de cortesía ad.
- Luz de reserva de combustible
- Llantas de aleación
- Parlantes delanteros / traseros
- Portamapas contrapuertas del.
- Radio AM-FM/pasacassette/CD
- Reóstato luz de tablero
- Respaldo trasero rebatible parcial.
- Sujeción lumbar reg. con.
- Tercera luz de stop
- Tapizado de cuero
- Techo solar eléc.
- Testigo puertas / baúl abiertos
- Testigo de mantenimiento
- Testigo de pastillas de freno
- Volante reg. altura

Mejorable. Interior de tapa de baúl sin revestimiento

Buche. Allí se aloja la rueda de auxilio, bajo prolija alfombra

Vea también

Road Test del Hyundai Atos GLS
Revista Parabrisas Nro 236. Junio de 1998